La casa se estaba quemando, y muchos preguntaban qué clima hacía allá afuera. ¿Recuerda esa parábola?… O bien, esta otra: varios ciegos se agarraban a garrotazos porque cada uno defendía su idea acerca de un elefante (uno había tocado la oreja, otro la pata y otro la cola).
“El horno no está para hacer bollos”. Aunque el presidente Barack Obama ha intentado tomar en cuenta en sus propuestas varias de las ideas de los republicanos, aún persiste en muchos medios conservadores y en Washington una especie de “guerra de guerrillas” retórica contra el presidente. En un momento en que urge tener la mejor de las voluntades y tener muy claro el origen del problema de la economía, no se vale tirar puntapiés debajo de la mesa y oscurecer más el problema.
La administración de Obama dió una muestra de civilidad desde el principio, dejando en sus puestos a muchos de los funcionarios de la administración pasada (Gates, Petrause, Bernanke…). Contrario a lo que esperaban muchos liberales y el mismo republicano Ron Paul, no hizo un retiro brusco de tropas en Irak y Afganistán.
Y ahora se le critica que en su última propuesta para crear empleos está proponiendo “más de lo mismo”.
En su propuesta de creación de empleos, destacó algo que han escamoteado sus críticos: hacer que quienes más se han beneficiado por el “rescate de la economía” corrijan su tacañería hacia los trabajadores norteamericanos.
