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La portada más popular de uno de los álbumes de Demis Roussos
La portada más popular de uno de los álbumes de Demis Roussos
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París, 26 ene (EFE).- El cantante griego Demis Roussos murió en la noche del pasado sábado a los 69 años de edad en su casa en Grecia, informó hoy su familia.

La hija del conocido músico, Emily, confirmó la noticia al diario francés Le Figaro.

El periodista y presentador greco-francés Nikos Aliagas, cercano al fallecido artista, dijo a través de su cuenta en Twitter que el fallecimiento se produjo en Atenas.

“Acabo de enterarme de la muerte de mi amigo Demis Roussos, en la noche del sábado al domingo, en Atenas. Profunda tristeza por un gran artista”, escribió Aliagas.

Según los medios franceses, la familia de Roussos prefirió esperar hasta hoy para dar a conocer la noticia de forma que esta no coincidiera con la histórica jornada electoral vivida ayer en Grecia, en la que el izquierdista Syriza se hizo con una amplia mayoría.

La cantante griega Nana Mouskouri reconoció encontrarse “muy muy emocionada” por el fallecimiento de Roussos, de quien aseguró ser una gran amiga, en declaraciones a la televisión francesa BFMTV.

Nacido en Alejandría (Egipto) en 1946 en una familia griega de confesión ortodoxa, Artemios Ventouris Roussos regresó a tierras helenas a los 12 años y se inició en el mundo de la música en los años sesenta, primero como humilde trompetista de bar, después en un conjunto y finalmente en solitario, con gran éxito en la década de 1980.

Roussos, que labró gran parte de su popularidad en Francia, formó parte de Aphrodite’s Child, como bajista y cantante en temas como “Rain and Tears”, compuesto por Vangelis.

Tras la disolución de la banda en 1971, lanzó su carrera como solista, consagrándose en 1973 con el disco “Forever and Ever” y convirtiéndose diez años más tarde en una estrella internacional con unos 60 millones de discos vendidos en todo el mundo.

Roussos, al que físicamente se recordará por sus formas orondas y su barba y melena blanca, colocó su voz suave y melódica al servicio del amor, con canciones como “Quand je t’aime”, “Mourir auprès de son amour” o “Loin des yeux loin du coeur”.

Publicó cerca de treinta álbumes a lo largo de su carrera, con canciones en griego, francés, alemán, inglés o español.

El último de ellos llegó a las tiendas en 2009, cuando el músico tenía 63 años. Había decidido alejarse de la música y de los escenarios y regresar a vivir en Grecia. EFE

BIOGRAFIA

Atenas, 26 ene (EFE).- El cantante griego de origen egipcio y voz aterciopelada Demis Roussos, que vendió más de 60 millones de discos en todo el mundo, falleció este fin de semana a los 68 años en un hospital privado de Atenas.

Nacido en Alejandría en junio de 1946, hijo de un ingeniero griego y una actriz y bailarina egipcia de origen italiano, Roussos pasó sus primeros años en Egipto, y llegó a Grecia después de la Guerra de Suez, con poco más de diez años.

Como todos los extranjeros residentes en el país del norte de África, su familia fue despojada de todas sus posesiones y obligada a volver a Grecia.

Ya en el país heleno, Roussos encontró su vía de escape durante la adolescencia y los años venideros a través de la música, y fundó bandas de cierto éxito nacional como The Idols o We Five.

En 1968 se une a la banda de Rock progresivo Aphrodite’s Child (Los niños de Afrodita), como cantante y bajista, grupo con el que solo duró dos años y sacó tres discos, pero aún así para él “fue un período esencial” en su vida

En los años sesenta y tras la desaparición del grupo, Roussos siguió vinculado a su compañero de banda y amigo Vangelis, conocido entre otras cosas por poner música a películas como “Chariots of Fire” (“Carros de fuego”, 1981) o “Blade Runner” (1982), película de Ridley Scott , donde el cantante griego también dejó oír su voz.

En 1971, Roussos publicó su primer álbum en solitario, “On The Greek Side Of My Mind”, y más tarde “Fire And Ice”, con el que inauguró su particular estilo que conseguía mezclar con naturalidad la cultura propia del folklore griego con la música pop que se hacía en Europa, donde no tardó en triunfar.

Poco a poco fue abandonando aquel timbre característico con el que entonaba el “triki, triki, triki….” con una voz mucho más profunda y grave.

Pronto emigró a Francia, donde la canción “We Shall Dance”, que en el país heleno había pasado absolutamente desapercibida, se convertió rápidamente en un gran éxito.

Tanto “We Shall Dance” como su siguiente sencillo más popular, “My Reason”, aparecieron cantadas en español por el propio Roussos en un álbum de medianos de los setenta.

No sería la primera ni la única vez que Roussos cantaría en castellano.

En 1973, el artista griego vivió uno de sus mejores años al aparecer su legendario disco “Forever and ever”, que entró en las listas de los grandes éxitos de ese año en España, Iberoamérica y EEUU, y grabó sus primeras canciones en francés.

En ese álbum, Roussos incluyó hasta tres canciones en castellano: “Por siempre, hasta siempre”, “Mañanas de terciopelo” y “Adiós mi amor, adiós”.

En 1982 publicó un libro, “A Question of Weight”, junto con su gran amiga Veronique Skawinska, un relato personal sobre su larga lucha contra la obesidad, a la que siguió en los ochenta otra lucha para salir de una depresión.

Una época que se complicó aún más cuando Rousssos viajaba en el vuelo TWA 847, que fue secuestrado el 14 de junio de 1985 por un grupo radical islámico en el aeropuerto de Beirut.

Superados sus problemas, volvió con el álbum “Time”, que fue un gran éxito en las discotecas a finales de los ochenta, mientras que los noventa fueron años muy prolíficos, con temas como “Insight”, que fue un rotundo éxito, lo contrario que “Spleen”, un fallido guiño al rap.

En 2010, y ya desprendido de aquellas túnicas multicolores de lentejuelas con las que cautivó a sus fans españoles en los años 70, regresó en 2010 convertido en rockero, tal y como empezó a mediados de los 60 con Aphrodite’s Child.

“Demis” fue el título de su siguiente trabajo, para el que volvió a reeditar sus temas de siempre porque como explicó en una entrevista a Efe, “la evolución musical de un músico y el paso del tiempo hace imprescindible un regreso a las raíces”.

Muy popular por sus canciones melódicas, Roussos se consideraba sin embargo rockero, “porque el rock and roll no es un estilo de música, sino una filosofía de vida”.

En septiembre 2013, Demis Roussos fue condecorado por la república francesa con la Legión de Honor, la más conocida e importante de las distinciones francesas. EFE