Cuando Michel Laprise se propuso crear el espectáculo “Kurios: Gabinete de Curiosidades” se elaboró una lista de los elementos típicos de todo el Cirque du Soleil.
Uno por uno, preguntó: “¿Hacemos esto por necesidad o por hábito?”
Los tocadiscos, trampas y cualquier aparato de circo tradicional relacionado con “hábito” fue tachado y reemplazado con piezas, actos y personajes nunca antes vistos en un espectáculo del Cirque, tejiéndose en un cuento fantástico donde todo es posible.
“Kurios” – que empezó este Jueves y dura hasta el 29 de noviembre en la Feria del Condado de Orange en Costa Mesa, y del 10 de diciembre hasta el 7 de febrero en el estadio de los Dodger en Los Angeles – fue diseñado para traer de vuelta a la maravilla que Cirque tenía cuando era una empresa de artistas callejeros. Esta producción es la número 35 desde 1984.
“Somos una gran empresa, pero no estamos sobre el gran presupuesto, las grandes luces, lo gran esto y aquello,” dice Laprise, escritor y director de “Kurios”. “Nosotros somos esa experiencia emocional y colectiva.”
Regreso a las raíces
Situado en la segunda mitad del siglo 19, “Kurios” se centra en un inventor que está convencido de que en su gabinete de curiosidades tiene un mundo invisible de ideas locas en espera de salir.
El público se encuentra con El Buscador (The Seeker) un tipo que está dando cuerda a una máquina que ha inventado con la esperanza de viajar a un reino oculto.
Pero la máquina no funciona.
En su lugar, aparecen los habitantes de ese mundo invisible, convirtiendo su mundo extraño y maravilloso de artilugios mecánicos y artefactos boca abajo al igual que “Kurios” lo ha hecho por Cirque.
Buenas críticas
Desde que se estrenó el año pasado, el show ha cosechado muy buenas críticas.
El Toronto Star lo llamó “acto más fuerte de Cirque du Soleil en años.”
Pero tal vez la mejor crítica se resume por el el titular del Denver Post: “Ooh. Ahh. Whoa. Zowee “.
“No es un espectáculo, es “El” espectáculo para mí”, dice Laprise, quien estuvo en Los Angeles recientemente para aceptar “Proto Award” por su invención “dentro de la caja de Kurios”, una experiencia de realidad virtual móvil que lleva a los usuarios al interior del gabinete de curiosidades.
La gran carpa
Laprise quiere que “Kurios” emocione a las personas de la misma forma en que su primer encuentro con el Cirque hizo con él, persiguiendo a un ” mundo misterioso” a través de las calles de la ciudad de Quebec que desembocó en una tienda de campaña.
En aquellos días, no había vallas o guardias de seguridad para evitar que se colara a dar un vistazo.
Levantando la lona, Laprise alcanzó a ver a los artistas durante un ensayo general.
“Lloré”, dice. “Fue como si hubiera descubierto que había un mundo más rico y más significativo, más misterioso.”
Con buen tiempo, Laprise a menudo da a los transeúntes un sabor de “Kurios” estacionando un músico y dos personajes en la Gran Carpa.
Compartiendo un poco
“Incluso si no compran un boleto, quiero que la gente en la calle y desde cierta distancia vea eso”, dice. “Yo quiero que piensen que todo es posible, porque ahora todo parece posible. Y quiero que la gente sienta esto no de una manera cursi, pero de una manera profunda “.
En su homenaje al circo tradicional de tres pistas, un pequeño anillo abre con un maestro de ceremonias que presenta artistas de circo invisibles.
Los acróbatas invisibles se balancean sobre los trapecios. El público escucha un clavadista invisible subir la escalera y en un trampolín, que se estremece (le da demasiado miedo).
El maestro de ceremonias se dirige a la audiencia y ellos cantan el nombre del clavadistar: Giu-sep-pe!
“Cuando tienes a 2,700 personas aplaudiendo y gritando el nombre de un personaje invisible para darle coraje, me da escalofríos”, dice.
“Y cuando él salta en el agua y todo el mundo aplaude, no hay nada que se compare, porque ellos creen verdaderamente en su presencia. Este espectáculo es sobre eso “.
