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Madrid, 29 ene (EFE).- Gracias a que recibió el premio Nobel de Literatura en 1996 se conoce la poesía de Wislawa Szymborska, que ha fascinado al mundo por su sencilla e irónica manera de captar el misterio de lo cotidiano. Ahora un libro reúne por primera vez todos sus textos en prosa.

Editado por Malpaso y con la traducción de Manuel Bellmunt Serrano, este volumen, de más de quinientas páginas, reúne las reseñas que la gran poeta fue publicando en distintos medios durante décadas. Muchas veces el libro es el tema central de las columnas y otras un pretexto para hablar de otros muchos aspectos de la vida.

Textos que están alimentados con la misma mirada irónica y culta con la que escribía su poesía. Con la misma intención que transciende lo más banal, pequeño o anecdótico para elevarlo y sublimarlo.

“Opino que la gravedad y el humor son igual de valiosos”, escribe la poeta que dedica al humor varias piezas de este libro, como “La muerte no sabe de chistes” o “El humor como hermano menor”.

“Literatura, cine, moda, estética, poesía, historia, filosofía, animales, especialmente las aves, y los perros; la soledad, el arte o la antropología son algunos de los muchos temas que trata Szymborska en estas páginas del volumen, que se divide en dos partes. “Lecturas no obligatorias” y “Otras lecturas no obligatorias”.

Szymborska (Kórnik, Polonia, 1923 – Cracovia, 2012) siempre buscó en el ser humano lo bueno y criticó lo ridículo, y encontró en los rincones de la vida menos visibles y ruidosos los temas para su trabajo hecho siempre con humildad y humor.

“El poeta, si es poeta de verdad, siempre tiene que repetir, ‘no sé'”, dice la premio Nobel.

Este libro recopila los textos aparecidos durante décadas en primero en “Zycie Literackie”, un conocido semanario polaco de literatura y cultura, más tarde en revistas como “Pismo” u “Odra”.

Y a partir de 1993 estas breves piezas aparecieron en “Gazeta Wyborcza”, un importante periódico nacido en 1989, como explica el prólogo del libro Manuel Bellmunt Serrano.

“‘Lecturas no obligatorias’ es muchas cosas, todas a la vez. Es por eso que esas piezas en prosa son tan entretenidas y amenas. Y lejos de vulgarizar la literatura, buscan todo lo contrario: devolverle su humanidad y su humanidad”, escribe Bellmunt en el prólogo.

Y es que Szymborska considera que el libro es una de las mayores invenciones del ser humano. “Soy una persona anticuada y creo que leer es el pasatiempo más hermoso creado por la humanidad”, escribe la Premio Nobel de Literatura.

Admiradora de Montaigne, la poeta polaca cruzó casi todo lo acontecido en el siglo XX, y es una de las escritoras que se caracterizó por su compromiso cívico. En sus primeros libros reflejó algunas de sus inquietudes políticas, pero después se distanció de dogmas.EFE