Miami, 16 oct (EFEUSA).- Uno de los retos para el avance de la comunidad latina es la educación que, aunque ha mejorado, tiene una tarea pendiente con las llamadas carreras STEM (ciencias, computación, ingeniería y matemáticas), en la cuales la representación hispana es todavía es baja.
Según datos del Centro Hispano Pew, en 2012 el 69 % de los latinos que se graduaron de la secundaria fueron a la universidad, frente al 66 % de los estudiantes en general.
Pero la representación hispana en las carreras STEM aún es bastante baja: sólo el 7 % de los graduados en carreras de ciencias e ingeniería son latinos, según estimaciones del Censo de 2013.
Desde el Gobierno se busca contrarrestar esta situación y el presidente, Barack Obama, se ha comprometido con la misión de que más estudiantes, especialmente de minorías, se decidan por carreras STEM, a las que considera “clave para la creación de empleo y el desarrollo productivo del país en el futuro”.
Los esfuerzos por cerrar esta brecha se están haciendo desde diferentes frentes e implica tanto a los estudiantes como a las familias, coinciden especialistas en el área.
“La educación de la familia es tan importante como la de los hijos y éstas deben entender que la innovación que controla el poder económico de este país está basado en carreras STEM”, dijo en entrevista con Efe la directora del Centro Aplicado de Investigación de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), Inés Triay.
Esta universidad, que tiene un 80 % de su alumnado proveniente de minorías, de las cuales el 60 % son hispanos, graduó en el año académico 2012-2013 a 1.858 alumnos en carreras STEM, de ellos 1.092 hispanos.
Las carreras relacionadas con la innovación son un gran movilizador social, y está en manos de padres y maestros, dijo Triay, entender que con educación sus hijos pueden tener una calidad de vida mejor que la que ellos tuvieron.
“Mis maestros fueron mi gran inspiración y gracias a lo que aprendí me enamoré de las ciencias, un campo donde se pueden hacer muchas cosas que pueden cambiar la vida de los seres humanos”, señaló Triay, doctora en Química.
La académica reconoció que el papel de los mentores es fundamental en estas carreras, que nos son fáciles y requieren de esfuerzo y dedicación.
Con esta idea de guiar a los jóvenes en las “carreras del futuro” el Museo Patricia and Phillip Frost de Ciencias de Miami tiene el programa Upward Bound, dirigido a alumnos de secundaria de escuelas en Miami Dade ubicadas en barrios de bajos recursos.
Gracias a Upward Bound se da orientación en ciencias, matemáticas, tecnología y computación a estudiantes de noveno a duodécimo grado que son los primeros en sus familias en ir a la universidad.
“Ayudamos a los alumnos a vencer obstáculos sociales, culturales y académicos para lograr dos objetivos: que terminen la secundaria y que vayan a la universidad”, dijo a Efe la directora de este programa, Sonia Núñez.
Este programa, que cuenta también con la colaboración de estudiantes de la Universidad de Miami que dan tutorías gratuitas, ha logrado que en los últimos dos años la totalidad de sus estudiantes (unos 60 por año) se graduen de la secundaria y el 95 % ingresen a una universidad de 4 años, casi la mitad de ellos en carreras STEM.
“Upward Bound me ha dado muchas oportunidades, es una experiencia muy gratificante que ha cambiado mi vida desde que entré en noveno grado”, dijo a Efe el nicaragüense René Pavón, estudiante de décimo segundo grado de la secundaria Miami Senior.
Núñez destacó que en las secundarias que participan en este programa menos del 50 % de los alumnos que entran a noveno grado se gradua, generalmente viven en barrios violentos y los padres quieren que sus hijos trabajen lo antes posible para que ayuden a sostener la familia.
“Por eso también hacemos un trabajo con los padres, que son los que tienen que entender que solo una carrera universitaria, y mejor si es STEM, puede asegurar un futuro a sus hijos”, dijo la directora.
Los cubanos Marlene Llana León y William Morgan, estudiantes de décimo grado de la secundaria Miami Jackson, coincidieron en que este programa les “ha abierto los ojos a las oportunidades que hay” y que los sábados podrían estar perdiendo el tiempo, pero prefieren acudir al Museo “para vivir la experiencia de las ciencias”.
Núñez asegura que su mayor satisfacción es ver cómo sus alumnos obtienen un titulo universitario en STEM y vencen así el ciclo de pobreza y violencia, porque estas carreras realmente son para ellos “la oportunidad de un futuro mejor”. EFEUSA