MÉXICO, D.F., febrero 12 (EL UNIVERSAL).- La estadounidense Carmen Dell’Orefice, reconocida por ser la modelo más longeva del mundo, posó para la revista “New You” y habló sobre el amor, las dietas y la muerte.
Con 83 años de edad, presume de una escultural figura y un rostro bello; hija de un violinista italiano y una bailarina húngara, Carmen sigue participando en las pasarelas más importantes del mundo y trabajando para reconocidas marcas.
En esta ocasión, de acuerdo al portal “Daily Mail”, reveló que aún mantiene una vida sexual activa, “¿Desde luego todavía tengo una vida sexual, por qué dejaría de tenerla?” insistió.
Y puntualizó: Si usted tiene un Rolls Royce debe meter la llave de vez en cuando para asegurarse de que el motor esté funcionando. Así cuando usted quiera conducir el carro éste se encuentre engrasado y listo.
“¿Y cómo Carmen mantiene su Rolls Royce ‘engrasado’?” cuestionaron a la modelo, a lo que ella respondió “Yo sé cómo darme placer” ….
Al ser cuestionada del por qué mucha gente deja de pensar en el sexo cuando llega a una edad avanzada en su vida, Dell’Orefice dijo que se debía a que desde el principio, esas personas no entraron por la “puerta derecha del sexo”, “Nuestros padres nos dicen ‘no hagas esto’ o ‘esto es malo’, pero realmente se trata de algo natural, así como respirar” acotó.
Dell’Orefice no mencionó mayor detalle de su vida personal, evitó hablar sobre el compañero que hoy está a su lado; ha contraído nupcias en tres ocasiones. Su primer enlace se dio cuando ella tenía 21 años, de esta relación nació su única hija, Laura.
Luego de enterarse de la infidelidad de su entonces esposo, Carmen se divorció y volvió a casarse, en esta ocasión con un fotógrafo, quien finalmente la abandonó. Después, estuvo con un arquitecto, a quien conoció en 1963 y cuya relación duró 11 años.
Con respecto a cómo es que se mantiene en forma, Carmen Dell’Orefice confesó su debilidad por la comida y dió un consejo “Yo como y no cuento las calorías”.
“Quiero disfrutar de la comida con pasión, pude haber tenido un problema con la ella, pero gracias a mi buen metabolismo no fue así”.
Reconoció un gusto culposo: el helado “Cuando era joven mis amigos abrían el congelador y decían ‘¡Dios mío, quién come todo este helado?’ “.
Y yo contestaba: “Se mantiene congelado por si acaso. Ese es mi dinero en el banco . Me da una sensación de seguridad. Uno pensaría que la ropa lo haría por mí, pero no, es el helado”.
Finalmente, reconoció que nadie está preparado para la muerte “La mayoría de la gente no sabe cómo vivir su vida por lo que no saben cómo morir . Estamos asustados o confundidos por ello, pero es parte de la vida”
Sobre las modelos actuales expresó que la mayoría de ellas se alquilan para poder triunfar “Hoy, los modelos son esencialmente cuerpos-alquiler” “Sólo las más inteligentes que cuenten con una buena educación, un soporte familiar, y un buen mentor, podrán no caer en las trampas”.
La estadounidense se retiró del mundo de la moda en 1959, pero regresó a la escena unos años más tarde.
Su cartera de clientes comprende firmas como Revlon, Elizabeth Arden, Thierry Mugler, Yves Saint Laurent, Jean Paul Gaultier, Rolex y la tienda departamental El Palacio de Hierro
