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Chicago (IL), 15 sep (EFEUSA).- La mexicoamericana Elisa Villanueva-Beard quiere aportar soluciones a los problemas de la educación pública en Estados Unidos desde la dirección de Teach for America, organización que recluta y entrena a nuevos maestros para trabajar en comunidades de bajos recursos.

Hija de padres mexicanos y criada en el Valle del Río Grande, al sur de Texas, Villanueva-Beard se unió a la organización en 1998 como maestra en Phoenix, en Arizona, donde enseñó educación bilingüe de primero y segundo grado.

Tres años después pasó a integrar la plantilla de Teach for America, donde fue directora de operaciones durante ocho años y consiguió expandir los servicios de 22 a 46 regiones del país, hasta convertirse en la primera latina en ocupar ahora la dirección ejecutiva.

Según declaró en una entrevista con Efe, siempre le preocupó el “problema sistémico masivo” existente en las escuelas públicas del país, donde “no se espera que los niños de bajos ingresos tengan éxito”.

En su opinión, esos niños “necesitan apoyos desesperadamente”, y en tal sentido quiere reforzar el trabajo de su organización para conseguir “los mejores talentos” disponibles en el país, dispuestos a trabajar para mejorar las oportunidades educativas de las comunidades menos favorecidas.

“Nuestra meta es que un día, todos los niños de este país tengan la oportunidad de alcanzar una educación de excelencia”, señaló.

Villanueva-Beard destacó la fuerza de liderazgo de la organización, con cerca de 50.000 miembros del cuerpo activos y egresados, de los cuales 4.300 se identifican como latinos.

Teach for America ha sido criticada, en particular por los gremios de la educación, porque sus maestros son contratados apenas salen de la universidad sin la experiencia pedagógica necesaria y no permanecen más de dos años en las escuelas.

La responsable de la organización explicó que sus maestros reciben de cinco a seis semanas de capacitación antes de comenzar a trabajar en escuelas y luego continúan el desarrollo profesional durante sus contratos de dos años, que pueden extenderse a tres si así lo desean los directores escolares.

También se critica el “aura de selectividad” que rodearía a los maestros de Teach for America, que, según estadísticas, en 2010 egresaron de universidades prestigiosas como Yale (22%) y Harvard (18%).

Ese año, la organización tuvo 46.359 aspirantes, de los cuales escogió a 4.500 jóvenes “altruistas y motivados” por el deseo de trabajar en comunidades urbanas y rurales.

Teach for America fue creada en 1990 como una organización sin fines de lucro que seguía el modelo de los voluntarios de los Cuerpos de Paz de Estados Unidos.

“Cuando se enfrenta un problema masivo es necesario apelar a los mejores talentos disponibles, a futuros líderes que estén dispuestos a terminar con la polarización que existe en la educación pública”, señaló Villanueva-Beard.

Consideró necesario “unir esfuerzos, ampliar la conversación y convertirse en parte de la solución” del problema de la educación pública.

Para ello, el sistema necesita “nuevos métodos y métricas” y más escuelas, y en tal sentido dijo ser partidaria de las pruebas de evaluación estandarizadas, y de las escuelas autónomas o chárter, que aunque son públicas tienen un sistema de administración independiente.

Teach for America ha sido blanco de críticas por este apoyo, en particular porque en momentos de crisis se apela a despidos y recortes de presupuesto, pero sus maestros logran mantener el empleo por los contratos que tiene la organización con distritos escolares de todo el país.

Para Villanueva-Beard, que vive en Houston y es madre de cuatro hijos, de 3 a 7 años de edad, su nuevo cargo es un gran honor y lo asumió como un gran desafío para “transformar vidas”. EFEUSA