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Bagdad, 16 mar (EFE).- La tumba del dictador iraquí Sadam Husein fue destruida durante el asalto para liberar la estratégica ciudad de Tikrit, de cuyo comienzo se cumple hoy una semana y que está en suspenso para permitir la salida de los civiles.

Según informaron hoy a Efe fuentes de seguridad, el mausoleo, situado en Al Ouya, al sur de Tikrit, quedó destrozado tras los combates librados en la zona por las fuerzas gubernamentales iraquíes y el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

En el mausoleo ya no reposan los restos de Sadam, que fueron trasladados por su familia el pasado junio, un mes antes de que los yihadistas se hicieran con el control de la localidad.

Las imágenes difundidas de la tumba, de un tamaño mediano, muestran que solo quedan en pie algunos de sus pilares, ofreciendo indicios de que fue destruida con explosivos o bombardeos.

Sadam, nacido en Al Ouya en 1937, ostentó el poder en Irak durante 24 años. Fue detenido en diciembre de 2003, tras la invasión liderada por EEUU que precedió la caída de su régimen, y fue ejecutado el 30 de diciembre de 2006 en Bagdad.

El destacado jeque tribal suní Mohamed al Biyari dijo hoy a Efe que el sabotaje del mausoleo es “una humillación al simbolismo de Sadam, y a los iraquíes que le quieren, sean chiíes o suníes”.

Al Biyari acusó de este suceso a los voluntarios progubernamentales chiíes, que también -agregó- asesinan a civiles y destruyen casas en las zonas suníes que liberan de los yihadistas.

Desde el inicio de la operación para expulsar de Tikrit a los yihadistas, lanzada el pasado día 9 de marzo, crecieron las denuncias de actos de venganza contra los suníes a manos de milicias chiíes en zonas como Albu Oyeil.

El avance de los primeros días en esta zona está ahora parado y, según explicó a Efe el portavoz del Ejército iraquí, capitán Alaa al Aidani, “existe un consenso en el Ministerio de Defensa para aplazar el asalto a Tikrit por varios días”.

Esta decisión pretende dar más tiempo a los civiles para que abandonen la ciudad, capital de la provincia de Saladino y situada a 150 kilómetros al norte de Bagdad.

Pese a ello, Al Aidani dijo que las fuerzas iraquíes, apoyadas por las milicias chiíes conocidas, como “La Multitud Popular”, reanudaron anoche sus combates con los yihadistas en las afueras de la ciudad.

El ministro del Interior, Mohamed al Gaban, señaló hoy que esta suspensión no es una tregua, sino que pretende preservar la vida de los civiles y las infraestructuras, así como reducir bajas entre las tropas.

El asalto lleva paralizado varios días debido a que los yihadistas han colocado numerosos artefactos explosivos en Tikrit, para evitar el avance militar.

Según dijeron este domingo a Efe fuentes militares, el Ejército iraquí suspendió las operaciones de infantería para pasar a la segunda fase de la liberación de la ciudad, que se caracterizará por una guerra callejera encabezada por las fuerzas especiales.

En esa operación, se dará prioridad a evitar bajas entre las fuerzas iraquíes y entre los civiles, y se dedicarán los refuerzos militares también a la desactivación del gran número de minas, artefactos y coches bomba colocados por los yihadistas.

Hasta el momento, las fuerzas iraquíes, apoyada por la aviación de la coalición internacional, han logrado hacerse con el control del norte de la ciudad de Samarra, la segunda urbe en importancia de la provincia; y de las localidades de Al Dur, Al Alam y Degla y de numerosas aldeas.

Al margen de Saladino, las operaciones militares también se desarrollan en la vecina provincia de Kirkuk, donde las tropas kurdas “peshmerga” mataron hoy a más de veinticinco miembros del EI y liberaron las localidades de Al Wahda, Saada y Jaled.

Las fuerzas kurdas, que están a la vanguardia de la lucha contra el EI en el norte de Irak, denunciaron asimismo hoy que los yihadistas han empleado en los últimos siete meses gas cloro, tanto contra los “peshmergas” como contra las tropas iraquíes. EFE