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Naciones Unidas, 8 feb (EFE).- El enviado especial de la ONU para Libia, Martin Kobler, destacó hoy los progresos logrados en Libia durante los últimos meses y confió en que 2017 sea el año en que finalmente se logre una estabilización política del país.

Los progresos en la lucha contra el Estado Islámico (EI), en el ámbito económico o el acercamiento entre distintas facciones del país fueron algunos de los logros que Kobler puso sobre la mesa en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad.

Sin embargo, el diplomático alemán dejó claro que “2017 debe ser un año de decisiones y de avance político”, que permitan situar a Libia en “el camino de la paz, la prosperidad y la estabilidad”.

En concreto, Naciones Unidas quiere ver decisiones sobre posibles enmiendas al acuerdo político impulsado por la ONU y que hasta ahora no ha tenido éxito, sobre la formación de un Ejército y una policía que funcionen y sobre cómo utilizar los recursos del petróleo y el gas para beneficiar a todos los libios.

En el plano político, Kobler aseguró que en los últimos dos meses se han logrado avances y puntos de vista convergentes entre las distintas facciones, que deberían permitir acuerdos en las próximas semanas.

Los progresos políticos, en cualquier caso, no continuarán si no se soluciona el problema de los grupos armados y de la proliferación de armas, advirtió.

La ONU defiende la necesidad de crear en Libia un Ejército unificado y considera que el establecimiento de una guardia presidencial es un paso en la buena dirección.

En cuanto a la lucha contra el EI, Kobler destacó que aunque el grupo yihadista ya no controla territorio en el país, sigue suponiendo una amenaza.

“Ahora es momento de consolidar las victorias duramente ganadas contra el terrorismo”, insistió.

Kobler llamó además la atención sobre la necesidad de mejoras en la protección de los derechos humanos, el Estado de derecho y la situación “extremadamente vulnerable” de los migrantes.

La pasada semana, expertos en derechos humanos de la ONU advirtieron a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) contra la posibilidad de devolver inmigrantes a Libia, dado que allí “podrían sufrir tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes”.

El país es víctima del caos y la guerra civil desde el derrocamiento en 2011 de la dictadura de Muamar al Gadafi y cuenta actualmente con dos gobiernos, ninguno de los cuales disfruta de legitimidad, aunque ambos la reclamen. EFE