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Un libro recoge los  senderos  del Papa en la provincia de Buenos Aires. El papa Francisco ondea una bandera de Argentina.
Un libro recoge los senderos del Papa en la provincia de Buenos Aires. El papa Francisco ondea una bandera de Argentina.
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Buenos Aires, 28 feb (EFE).- Los lugares que marcaron la vida del papa Francisco y las personas que moldearon su personalidad están recogidas en el libro “Senderos de Francisco en la provincia de Buenos Aires”, presentado este jueves para animar a los visitantes a “ir más allá del turismo de la fe”.

El libro, editado por el Gobierno provincial, muestra seis ciudades bonaerenses y sigue como hilo conductor la vida del pontífice desde sus inicios en el colegio, en la localidad de Ramos Mejía, hasta convertirse en arzobispo de la capital argentina en 1998.

En su introducción, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, pidió que el libro ayudara a “reflejar la grandeza de la sencillez” e inspirarles a “todos”.

Durante la presentación de la obra, el secretario de Turismo provincial, Ignacio Crotto, resumió el propósito del libro como “hacer un homenaje al papa desde sus allegados”, con una publicación “diferente a las otras dedicadas a Francisco, ni mejor ni peor, distinta”.

“Desde que fue nombrado papa, todos los argentinos tenemos una anécdota con él, todos lo vimos tomar el subte (metro), entrar en una tienda”, explicó el funcionario.

Esas anécdotas son las que recoge este volumen, que aprovecha para hacer un recorrido por la más poblada y rica de las provincias argentinas.

Por ejemplo, la historia de César García, un artesano del municipio de Tandil, que elaboró una cruz “gaucha”, hecha en cuero crudo tejido y con terminaciones de alpaca en vez de plata, y que vio cómo la casualidad hacía que su obra terminara en manos del pontífice que le inspiró, como regalo del Gobierno bonaerense.

También se cuenta la huella que Bergoglio dejó en el Colegio Máximo de San José, en el distrito de San Miguel, en la periferia de la capital argentina, donde estudió teología en su juventud y, más adelante, se desempeñó como rector entre 1980 y 1986.

La habitación donde el pontífice durmió cientos de noches es ahora un pequeño museo dedicado a homenajear la figura del sacerdote, mientras que la Biblioteca Santa Teresa de Jesús, que ordenó abrir en su etapa como rector, se ha convertido en uno de los principales fondos de estudio de teología de Latinoamérica.

“Cuando Francisco confesaba en el colegio, tenía la cola de estudiantes más larga, porque siempre ordenaba rezar un padrenuestro, tres avemarías y una gloria, y se despedía dando una palmadita al joven, y diciéndole ‘Portate bien'”, relató Crotto.

El obispo de la ciudad bonaerense de Chascomús, Carlos Malfa, recordó que el 13 de marzo de 2013, día en que Bergoglio fue elegido Papa, creyó “ver un soplo esperanzador que tocaba el corazón de la humanidad, y que un año después sigue creciendo”.

El prelado repitió las palabras que pronunció el pontífice en su primer discurso, “amor, confianza y fraternidad”, tres conceptos que Francisco ha “llevado por toda la Argentina”.

Otro de los lugares destacados es la ciudad bonaerense de Luján, donde todos los años se celebra una peregrinación a la que asisten cientos de miles de jóvenes argentinos, y que el sucesor de San Pedro lideró durante sus años como arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de Argentina.

Miguel Ángel Cárdenas, sacristán de la Basílica de Nuestra Señora de Luján, afirma que Bergoglio “siempre fue muy humilde, no vende nada”, y que mientras siempre intentaba buscarle un confesionario más cómodo, con más luz o un almohadón, el entonces arzobispo “siempre elegía uno de madera terciada, muy austero”, donde confesaba de 3 a 7 de la mañana, antes de dar misa.

El libro termina con a la primera vez que Francisco se asomó por el balcón a la Plaza de San Pedro y anunció a los millones de personas que se habían acercado a oír sus primeras palabras como pontífice que “la felicidad está indefectiblemente asociada a la paz”, y la paz empieza por uno mismo. EFE