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El escritor Huilo Ruales.
El escritor Huilo Ruales.
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Quito, 13 jun (EFE).- Mientras rueda la pelota en distintos estadios en Brasil, sede del Mundial de fútbol 2014, trece escritores ecuatorianos llevan a ese deporte a la cancha de la literatura, con distintas formas de entender el balompié agrupadas en el libro “Opio fútbol para leer”.

El escritor ecuatoriano Huilo Ruales, coordinador editorial de la publicación, recuerda que de “opio del pueblo” se tildó a la religión en el ámbito del marxismo y que con el mismo calificativo se hace referencia actualmente a “otra religión, muy pagana por cierto, que es el balompié”.

Pablo Salgado, director general de la editorial Quinta Avenida, que publica el libro con textos de trece escritores y gráficas de siete fotógrafos, indicó a Efe que quisieron usar el tema del fútbol para despertar otras miradas y no reducirlo al plano deportivo.

Considera que el fútbol es el más importante espectáculo del mundo, “convoca a casi 4.000 millones de personas que estarán pendientes del Mundial de Brasil y ha invadido todos los sectores de la sociedad: es un gran espectáculo, es un gran negocio”, dijo.

A nivel local, apuntó que sólo en Quito hay unas 700 canchas de fútbol en distintos barrios y se juegan unos 5.000 partidos cada fin de semana entrelazando distintas historias que hablan mucho de una sociedad.

Una de esas historias cuenta el partido en el que el fútbol quedó de lado ante la homofobia que afectó a un equipo de lesbianas que fue expulsado de una liga “por el hecho de ser lesbianas y de besarse en público”, indicó Salgado.

“Es un tema tabú todavía para una organización como la FIFA, pero creemos que es un tema que hay que abordarlo y asumirlo con absoluta naturalidad, tolerancia y apertura”, apuntó.

Otro de los textos cuenta la historia tras la decisión del árbitro ecuatoriano Byron Moreno de llevar droga pegada en su cuerpo hasta Estados Unidos.

En el libro se hace referencia a las dificultades que atraviesan los árbitros una vez que cumplen la edad reglamentaria y deben abandonar sus funciones, “tienen problemas de supervivencia”, dijo Salgado.

En “Réquiem por una futbolista” se aborda el asunto de género en el fútbol y en la sociedad. Se cuenta la historia de una jugadora que practicaba el deporte con pasión pero finalmente decidió dejar el fútbol por la literatura.

En otros textos se habla de la asistencia a estadios donde cada vez hay más presencia femenina “pero no sucede así en el plano de la organización”, dijo Salgado.

Así, en épocas de fútbol, el texto que se presentará la próxima semana y del que se distribuirán 11.000 copias, habla sobre ese deporte pero no como una opción estrictamente deportiva sino ligada a conflictos que pasan en la sociedad.

Preocupaciones por la identidad también se encuentran en el libro.

“Siempre me pareció grave el hecho de que patear bien una pelota de cuero determine una identidad. Me da miedo que nos comportemos como masa y no como seres humanos. Me niego a creer que el país es una camiseta”, escribe Ana Cristina Franco.

Agrega que le parece “triste y limitado que el tema complejo de la identidad se haya visto reducido -ya no a una bandera- sino a una camiseta”.

Juan Carlos Moya habla también de fútbol pero pone el acento en el papel de los narradores, los comentaristas las “voces que han dibujado la lágrima y el gol”.

“Cronistas que agazapados en sus cabinas de transmisión hicieron que los ciegos, y los enceguecidos por el fútbol, vieran el puño de la gloria rozar el cielo”, dice en su texto titulado “Un gol dentro de la oreja”.

En sus cerca de doscientas páginas, con fotografías incluidas, también se pone en la cancha literaria el tema del dinero: “¿está bien que un jugador gane tanto dinero por dominar una pelota con maestría y belleza”, se pregunta la escritora Carol Murillo.

Por otra parte, la mirada de siete fotógrafos regala otro ángulo del fútbol. Gráficas artísticas muestran a gente jugando en el ocaso, disfrutando del fútbol en distintas playas, o a pelotas solitarias en canchas de tierra agrupadas en la publicación que ofrece “literatura, fotografía y delirio”, según Salgado. EFE