Vea usted las cifras: el Condado de Los Angeles es el que más autos tiene en el planeta. Aquí se tienen más autos que en todo el estado de la Florida y casi la misma cantidad que tiene el estado de Texas. Es obvio que necesitamos muchos árboles para paliar los efectos de la contaminación de motores.
Pero también hay que cuidar qué tipo de árboles no destruyen las aceras.
José Alvarez (41) residente de Wilmington sabe lo que es esto. En la Avenida Fries, los viejos árboles que se plantaron hace varias décadas han creado verdaderas colinas en las aceras, y las raíces han sido tan intrusivas que han dañado la plomería.
“La señora de ahí tuvo que arreglar la plomería”, dice señalando a la casa del 1016.
También recuerda que en la iglesia del Harbor Christian Center, de la Avenida Wilmington, tenían un problema semejante, pero el condado de Los Angeles mandó podar las raíces.
El problema ha sido tan común y tan severo, que en días pasados, después de años de discutirlo, funcionarios de Los Angeles avanzaron en el desarrollo de un programa integral para reparar más de 4,700 millas de aceras.
En una audiencia conjunta con el Comité de Presupuesto y Obras Públicas, miembros del Concilio Municipal pidieron una serie de informes sobre cómo asegurar 1.4 billones de dólares que se necesitan para reparar las aceras.
Al revisar la historia de la ciudad sobre el tratamiento de las aceras, el concejal Paul Krekorian dijo que las autoridades están “haciendo otro esfuerzo valiente para superar algunos de los obstáculos y llegar a algo que sea sostenible.”
El debate ha estado sucediendo desde la década de 1970, dijo, cuando el Ayuntamiento decidió que sería responsable de arreglar las aceras dañadas por árboles en las calles, a pesar de que la ley del estado dice que los propietarios eran los responsables de las reparaciones.
“Esta ciudad emprendió la decisión voluntaria de llevarlo adelante”, dijo Krekorian. “Casi todos los árboles que causan los daños fueron plantados por compañía urbanizadoras. Sin embargo, esa responsabilidad ha caído sobre nuestros hombros “.
Eso es algo que queda poco claro para los residentes, a quienes les preocupa, además del mal aspecto que dan las aceras fracturadas, el riesgo que significan para las personas mayores y niños.
“Allá afuera de la iglesia hubo una señora que se cayó, y el pastor habló con la ciudad y al parecer nadie puso dinero”, dice Alvarez.
A unos pasos de ahí, Les Smaltc, pastor de la iglesia Harbor Light Baptist, corrobora lo dicho.
“Por aquí pasan muchas personas mayores y niños con sus skateboards y es muy peligroso para ellos”, dice.
Frente a la casa donde vive Smaltc, las raíces de un árbol no solamente han levantado la acera, sino que han asimilado el poste de la electricidad.
“Yo le digo a mi esposa que ni siquiera estacione el auto debajo del árbol porque es peligroso- Aquí me han contado que en 30 años en una fecha reciente fue la primera vez que lo podaron”, dice el pastor. “Esto no debería ocurrir en una ciudad que recibe tanto dinero del puerto”.
MITAD Y MITAD
Al discutir el problema de las aceras, el concilio de Los Angeles espera pronto llegar a soluciones sostenibles.
El concejal Mike Bonin dijo que estaba abierto a todas las propuestas sobre la manera de pagar las reparaciones, así como hacer uso de las nuevas tecnologías para ponerlas en práctica. “Estoy abierto para todo aquello que no sea el status quo”, dijo.
Krekorian, por su parte, planteó algunas ideas hace varias semanas, incluyendo la reactivación del programa de 50 a 50, donde los residentes pagan la mitad del costo; la creación de un programa de préstamos a bajo interés; instituir distritos de evaluación; y el establecimiento de un fondo fiduciario de reparación de aceras.
Los Angeles tiene 27 millones de dólares presupuestados para reparaciones de aceras este año, pero se ha limitado a las áreas alrededor de los edificios de propiedad municipal y propiedades, a causa de una demanda contra el municipio por no cumplir con el Americans with Disabilities Act.
El Oficial Administrativo de la ciudad, Miguel Santana cree que todos los fondos serán utilizados para las correcciones. “Decidimos hacer dichas reparaciones, ya que es evidente que la ciudad es responsable de sus aceras y no se vería afectada por la demanda ADA”, dijo Santana.
El concejal Joe Buscaino, cuya responsabilidad cubre el área de Wilmington, y que estuvo involucrado en un esfuerzo fallido para buscar un impuesto con emisión de bonos o de ventas para reparar calles de la ciudad, dijo que la ciudad tiene ahora una mejor oportunidad de tratar el tema de aceras.
“Por un lado, el alcalde está a bordo”, dijo. “Además, el Consejo de la Ciudad, los residentes, asociaciones de negocios están diciendo que necesitamos esto.
“No es aceptable para mí, no es aceptable para la segunda ciudad más grande de América tener aceras como estas. En el centro de esto es una solución financiera de quién debe pagar por ello. Tenemos que llegar a un compromiso “.
Por su parte, el concejal Felipe Fuentes, quien antes se oponía en la Asamblea Estatal a que se responsabilizara a los residentes del costo de las reparaciones, ahora tiene un cambio de actitud.
“He aprendido mucho desde que estaba ahí (en la Asamblea Estatal)”, dijo al Daily News, “creo que la ciudad deber ser responsable de los riesgos que significan, pero los propietarios de casa también deben intervenir”.
-Con datos de Rick Orlov/ Los Angeles Daily News