A pesar del fracaso este año de la Reforma de Inmigración, el líder sindical Eliseo Medina considera importante que los trabajadores estén pendientes a dos cosas: “asegurarse que cuando la orden ejecutiva del presidente Obama se de a conocer haya una campaña masiva de información”, y “prepararse para las elecciones de noviembre”.
Y es que de esto se podría derivar una recomposición de la lucha de los trabajadores que este año se topó con el fracaso de una reforma que si bien fue aprobada en el senado, fue arrumbada por el congreso de mayoría republicana.
Medina, quien es considerado como uno de los “50 líderes latinos más poderosos” por la revista “Poder” es el Secretario-Tesorero del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) y también lideró los esfuerzos del sindicato para lograr una reforma migratoria integral, incluso con una huelga de hambre.
-Con la cercanía del “Labor Day” ¿cómo describiría la situación actual de los trabajadores? -se le pregunta.
“Va de mal en peor”, lamenta. “Desafortunadamente de la situación económica que hemos sufrido se han aprovechado los empresarios”.
En esto cita los aumentos de las cargas de trabajo y el estancamiento de los sueldos, además del alto costo de la vida.
Es por eso que considera necesario la generalización de los salarios mínimos de 15 dólares por hora y estar muy pendientes para identificar los candidatos que apoyan a los trabajadores.
Medina, quien este año se unió a un gran movimiento de activistas que recorrieron 30 estados para llegar finalmente a Washington para exigir una reforma de inmigración, cree que en este momento lo más importante sería que el presidente Barack Obama emitiera una orden ejecutiva que beneficie a millones de trabajadores indocumentados que quedaron a la espera de la reforma.
“Esa es una de las prioridades. Una vez que ocurra eso debemos seguir luchando por una reforma que nos beneficie- y entre más organizados estemos, las posibilidades serán mayores”, dice. “Lo que yo quiero decirle a nuestros hermanos indocumentados es que ‘el que no habla, Dios no lo oye'”.
El secretario de SEIU considera que si bien las votaciones es la vía regia para los cambios democráticos, “las acciones no violentas” y las huelgas son otras formas de lucha.
Al referirse a la huelga de hambre en la que participó y en el diálogo con el presidente Barack Obama que sostuvieron un grupo de líderes, reconoce que hubo un poco de frustración en el mandatario al no poder convencer a los republicanos sobre la necesidad de una reforma migratoria.
“Nosotros le dijimos que ahora tenía que actuar. El es más consciente ahora de lo que se necesita hacer, que cuando empezó”.
Entre esas acciones, menciona evitar las deportaciones de 3 o 4 millones de personas.
“El necesita ser más generoso”, insiste.
Por otro lado, no cree que el fracaso de la Reforma de Inmigración este año va a traer como consecuencia el abstencionismo electoral.
“Eso no ayuda en nada. Si se quieren hacer cambios, al contrario, debemos aumentar el volumen de votos igual que lo hacen los afroamericanos y blancos, debemos pasar de los 2 millones a los 15 millones que se podrían lograr”.
-¿Usted cree que los republicanos perdieron una oportunidad de quitarle estandartes a los demócratas, de haber logrado una reforma?
“Bueno, ‘de los arrepentidos se vale Dios’- Yo creo que algunos si entienden la necesidad de aprobarla- Hay que esperar a las votaciones”.