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Miembros procesados de la Mara Salvatrucha.
Miembros procesados de la Mara Salvatrucha.
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Nogales (AZ), 11 jul (EFE).- Al menos seis menores centroamericanos llegados a EE.UU. en las últimas semanas cometieron crímenes en sus países mientras formaban parte de la Mara Salvatrucha, una organización criminal que cuenta con unos 70.000 miembros.

“Hemos tenido reportes de agentes que nos han dicho que los mismos menores aceptaron ser miembros de la Mara Salvatrucha”, dijo hoy a EFE Art del Cueto, presidente del sindicato de la Patrulla Fronteriza.

Los seis menores que están dentro del centro de procesamiento en Nogales, en Arizona, admitieron haber matado a alguien o herirlo de gravedad, y en la actualidad están a la espera de ser reunificados con sus familias.

Según los reportes, un grafiti de la Mara Salvatrucha dentro de las instalaciones de Nogales alertó a los agentes que interrogaron a los menores, y se encontró que dentro de los miles de menores que han cruzado la frontera ilegalmente hay miembros de esta organización.

La MS13 o Mara Salvatrucha es una organización criminal trasnacional que se formó en Los Ángeles y se esparció a otras ciudades del país, México, Canadá y Centroamérica. Se estima que tiene alrededor de 70.000 miembros.

Activistas y defensores de los inmigrantes han advertido que muchos de los menores que han llegado al país en esta avalancha cruzando solos la frontera podrían solicitar asilo político, pero los miembros de organizaciones criminales como Mara Salvatrucha no tendrían ninguna posibilidad de continuar en el país.

“El Servicio de Ciudadanía e Inmigración tiene acceso a los records criminales de El Salvador, hemos tenido casos en los que personas han negado tener antecedentes y cuando investigan se dan cuenta que mintieron”, explicó a EFE Fernando Romo, abogado especialista en leyes migratorias.

“Si los menores aceptan que han sido miembros de pandillas, así hayan sido obligados, se les niega cualquier beneficio migratorio”, puntualizó Romo.

La situación ha generado preocupación entre activistas defensores de los inmigrantes.

“Sí sabemos que hay pandilleros entre los que están cruzando, pero pensamos que son muy pocos los que vienen con malas intenciones, hay otros que están huyendo de las pandillas y si los regresan los matan”, dijo a EFE Enrique Morones, miembro de Ángeles de la Frontera, una organización que ayuda a los inmigrantes.

Morones aseguró que “es una situación muy complicada” y que lo que realmente necesitan es que el presidente Barack Obama defina la situación migratoria de los miles de inmigrantes que se encuentran en el país.

La presencia de menores adolescentes miembros de pandillas es conocida también por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que en su página web indica que está coordinando esfuerzos de seguridad con el Departamento de Servicio de Protección Federal de Seguridad Nacional.

Esta organización se encarga de la prestación de servicios policiales y de seguridad para los albergues propios o alquilados por la Administración de Servicios Generales.

Según indican en su página web, “los funcionarios federales encargados de hacer cumplir la ley, junto con una fuerza de seguridad contratada”, evalúan la seguridad de las instalaciones e identifican las mejoras necesarias “para proporcionar el nivel adecuado de protección”.

Más de 52.000 menores han cruzado la frontera sur del país de manera indocumentada, la mayoría de ellos de El Salvador, Guatemala y Honduras.

Alrededor de 40.000 de ellos lo hicieron por el Valle del Río Grande en Texas, y debido al flujo masivo muchos fueron trasladados al centro de procesamiento acondicionado en Nogales, Arizona, donde permanecen durante semanas hasta que son trasladados a diferentes albergues en el país.

Según cifras de la Patrulla Fronteriza, sólo el 3% de los menores detenidos en la frontera son menores de 5 años. La gran mayoría están entre los 14 y 17 años. EFEUSA