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Chicago (IL), 21 oct (EFEUSA).- Grupos nacionales hispanos a favor de la inmigración reciben hoy con alivio el bloqueo en el Senado de una ley republicana que buscaba acabar con las llamadas “ciudades santuarios”, al señalar que esta minaba la confianza ganada entre las autoridades policiales locales y los inmigrantes.

La imposición de una ley federal a los 326 condados y 32 ciudades que limitan la cooperación de sus departamentos policiales con las autoridades migratorias iba a tener un efecto contraproducente, explicó hoy a Efe Laura Vázquez, del Consejo Nacional de La Raza (NCLR).

“Las personas perderían confianza en la policía y las comunidades inmigrantes vivirían aterrorizadas”, agregó.

Oscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Americas, declaró que la derrota este martes del proyecto de ley es “una luz de esperanza” de que el país pueda regresar a la “sensatez”.

“El Congreso debe aprobar ahora una reforma migratoria”, expresó por su parte Jorge Mario Cabrera, de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de los Ángeles (CHIRLA).

En el mismo sentido se manifestó Vázquez, del NCLR, quien sostuvo que el Senado y la Cámara de Representantes deberían encaminarse en “propuestas que unan, en lugar de dividir”.

“Los demócratas del Senado recordaron a sus colegas que la mejor forma de encarar los problemas del sistema es repararlo con una reforma migratoria integral”, expresó Frank Sharry, director de America’s Voice.

Benjamin Johnson, director del Consejo Americano de Inmigración, recordó que el Senado ya dio un ejemplo de bipartidismo al aprobar un proyecto de reforma migratoria en 2013, que luego se estancó en la cámara baja.

El senador republicano por Illinois, Mark Kirk, dio su voto para bloquear la iniciativa de su propio partido, lo que fue saludado como “una muestra de sabiduría”, por Lawrence Benito, director ejecutivo de la Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados.

La iniciativa llamada “Alto a las políticas santuario”, que proponía bloquear fondos federales a las ciudades que no colaboren con las autoridades de inmigración, no pudo ser puesta a votación al carecer de los 60 apoyos necesarios.

El proyecto fue presentado por el senador republicano de Luisiana David Vitter y apoyado por los precandidatos presidenciales y senadores conservadores cubano-estadounidenses Ted Cruz y Marco Rubio.

También fue bautizada por los demócratas como “la ley Donald Trump”, en referencia a los comentarios antiinmigrantes del magnate y también precandidato republicano, que ha prometido deportar a todos los inmigrantes y que encabeza los sondeos de ese partido.

Según Chacón, además de hacer primar el sentido común en el Congreso, la derrota también debería obligar a “reubicar las posiciones de los candidatos republicanos”.

María Bilbao, de la organización United Family de Miami, que integra la Coalición de Inmigrantes de la Florida, calificó de “patético” el apoyo de Rubio a la iniciativa, pero confió en que “este país es mejor” de lo que intentarían hacer los candidatos republicanos para “lograr el voto del ala más extrema” del partido.

En su opinión, los republicanos están “descontrolados y preocupados porque ven que van a perder en 2016”, y apelan al “teatro político”.

El fallido proyecto buscaba obligar a sentenciar con un mínimo de cinco años al indocumentado que vuelva a ingresar al país tras haber sido condenado por un delito agravado.

Cabrera, de CHIRLA, expresó que las ciudades santuario tienen un propósito “muy específico, humanitario y justo”, y la ley bloqueada buscaba castigar a toda una comunidad trabajadora y honesta, “por las malas acciones de unos pocos”.

Afirmó que propuestas de este tipo “no tienen futuro en un país que se enorgullece de su justicia y respeto al debido proceso”. EFEUSA