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Unos inmigrantes sostienen una pancarta que pide un alto a las deportaciones durante una marcha para conmemorar el décimo aniversario de la multitudinaria marcha del 10 de marzo de 2006 celebrada el jueves 10 de marzo 2016 en Chicago Illinois. Mientras tanto, un centro médico implementa programa para evitar deportaciones de pacientes
Unos inmigrantes sostienen una pancarta que pide un alto a las deportaciones durante una marcha para conmemorar el décimo aniversario de la multitudinaria marcha del 10 de marzo de 2006 celebrada el jueves 10 de marzo 2016 en Chicago Illinois. Mientras tanto, un centro médico implementa programa para evitar deportaciones de pacientes
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Los Ángeles, 15 mar (EFEUSA).- Ante la amenaza de un aumento de las deportaciones, una clínica comunitaria de Los Ángeles inició un programa para aprovechar el tiempo que los pacientes pasan en sus salas de espera para orientales sobre las medidas que deben tomar si un agente de Inmigración toca a su puerta.

Así, diariamente, las salas de espera de las dos sedes de la Clínica Monseñor Oscar Arnulfo Romero en Los Ángeles se convierten en un lugar de orientación migratoria.

“Les hacemos consciencia de lo que está sucediendo, y escuchamos todos que los pacientes están conviviendo muy de cerca con este problema, no son casos aislados”, dijo a Efe Susana Moncada, miembro del Comité Mi Vida, Mi Salud, Clínica Monseñor Arnulfo Romero.

La decisión de ofrecer estas orientaciones se tomó después que varios pacientes fueran afectados este año por los operativos de las autoridades federales.

Moncada, quien imparte las sesiones de orientación, vivió en carne propia hace una década el dolor de la deportación. Su hijo mayor fue arrestado por agentes del servicio de Inmigración y expulsado del país por ser indocumentado.

“Por la falta de información cometemos errores, eso es lo que tratamos de evitar”, explicó.

Por décadas, la clínica comunitaria ha sido el apoyo de los inmigrantes indocumentados, en su mayoría centroamericanos, y ahora, con la nueva ola de menores y mujeres que buscan refugio en Estados Unidos, el centro médico intensificó los programas de información y ayuda para sus pacientes.

En media hora de orientación los pacientes reciben recomendaciones tan sencillas como educar a los niños a no abrir la puerta, guardar silencio o exigir una orden de cateo, antes de dejar ingresar a las autoridades a la casa.

Las precauciones también están dirigidas para los padres de los jóvenes indocumentados que están a punto de cumplir 18 años y que se han convertido en un objetivo de las autoridades de Inmigración.

Desde que empezó el “Operativo Guardián de la Frontera” a finales de enero, al menos 336 jóvenes centroamericanos han sido arrestados en todo el país por agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

“El miedo existe y se está apoderando de la comunidad, todos los días estamos escuchando de casos, esas mismas historias nos ayudan para aprender de las nuevas técnicas de la migra”, explicó la organizadora comunitaria, la salvadoreña Ana Yolanda Martínez.

También, de las mismas sesiones informativas, los activistas han sacado experiencias para confeccionar una lista de recomendaciones que van desde cómo hacer un plan económico para poder enfrentar el pago de una posible fianza en caso de arresto o como elaborar un plan familiar y decidir quién quedaría a cargo de menores en caso de la detención de los padres.

“Uno de nuestros compañeros tuvo que quedarse a cargo de los hijos del vecino, pero están a la deriva porque no existen documentos legales que lo amparen”, relató Martínez.

Para la guatemalteca Emilia Álvarez, la información proporcionada en estas sesiones es muy valiosa y aunque ya había escuchado algunas de las recomendaciones, no tenía en su poder una tarjeta en inglés y español en la que expresa su deseo de ejercer su derecho a permanecer callada, comunicarse con un abogado y no firmar ningún documento.

“Este papelito me puede ayudar en caso de que me encuentre con la migra con eso de que no hablo inglés y voy a sacarle copias para mis hijos y mi familia”, dijo Álvarez.

Otro de los grandes aportes de esta orientación es el llamado para que los pacientes hagan una lista de los medicamentos que toman, la dosis y los padecimientos que sufren.

María Ayala, doctora especialista en medicina general, considera que es esencial que las personas sean conscientes de su estado de salud, especialmente los pacientes con problemas del corazón, diabetes o diagnósticos de cáncer.

“Son personas con un gran riesgo, especialmente porque en sus países no tienen acceso a los récords clínicos”, advirtió.

La clínica indicó que su próximo gran paso será la realización de un foro comunitario con la presencia de abogados.

“La necesidad es mucha, todos los días las personas se nos acercan con dudas y preguntas muy especializadas, que nosotros no podemos contestar, hay mucho por hacer”, sostuvo Moncada. EFEUSA