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Los Ángeles, 14 jun (EFEUSA).- Al cumplirse el 15 de junio cuatro años del inicio de un programa que ofrece permisos de trabajo a jóvenes indocumentados en el país, y que hasta la fecha ha beneficiado a más de 728.000 personas, muchos resaltan sus logros mientras sigue en suspenso una ampliación de la medida.

La Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés), creada mediante una orden ejecutiva del presidente Barack Obama, ha permitido que según cifras oficiales más de 728.000 jóvenes que cumplen los requisitos reciban un permiso de trabajo, un número de seguro social y, en algunos estados, licencias de conducir.

“DACA marcó un hito en el movimiento de los derechos de los inmigrantes”, señaló a Efe Pedro Trujillo, organizador de la Red del Sueño de California (CDN, en inglés) y beneficiario de la medida.

Para este activista de 27 años todavía hace falta que se ponga en marcha un programa semejante que ofrece beneficios similares a los padres indocumentados cuyos hijos son ciudadanos estadounidenses o residentes legales, actualmente en suspenso por una batalla legal.

“(DACA) ha reconocido y valorado la existencia de los jóvenes, de la juventud inmigrante, pero no la de nuestras familias enteras”, afirmó Trujillo.

La puesta en marcha de DAPA, el equivalente para padres de la Acción Diferida, así como una extensión de DACA, se encuentran suspendidas, pendientes de un pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia que podría darse en los que resta de junio.

“La próxima decisión de la Corte Suprema de Justicia en DAPA puede cambiar la vida de millones de familias”, agregó el egresado de la Universidad estatal de California Northridge.

“DACA ha abierto puertas que anteriormente estaban cerradas para mí”, aseguró Ana Maciel, una beneficiaria de 21 años, graduada de la Universidad de California Davis y actualmente estudiante de la Universidad de California Los Ángeles.

“Sin él yo no hubiera sido capaz de estar en la escuela, viajar fuera del país o graduarme. Se les ha dado una esperanza a muchas familias inmigrantes -incluyendo la mía- aunque todavía no es una solución permanente o inclusiva”, anotó Maciel.

Para Rodrigo Beteta, un joven de 18 años estudiante de primer año de la Universidad de California Berkeley, “lo más importante y la bendición más grande (de DACA) es la protección de la deportación, de ser arrancado de mi familia en cualquier momento”.

El programa federal DAPA y la extensión de DACA fueron suspendidas como consecuencia de una demanda presentada por el estado de Texas a la que se unieron otros 25 estados del país, con Gobiernos de mayoría republicana, en una decisión jurídica que fue respaldada por una corte de apelaciones.

No obstante, el gobierno federal apeló la decisión y ahora es la Corte Suprema de Justicia la que debe pronunciarse al respecto, y se espera que lo haga este mes. EFEUSA