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Los Ángeles, 18 oct (EFEUSA).- Una gran mayoría de beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) está actualmente trabajando o estudiando y estos jóvenes inmigrantes están creando negocios a un ritmo más alto que el promedio nacional, afirma un informe presentado hoy.

La Encuesta Nacional de Beneficiarios de DACA destaca que el 95 % de los entrevistados están actualmente trabajando o estudiando y también que recibe mejores pagos por su trabajo.

El análisis realizado por el Centro para el Progreso Estadounidense (CAP, en inglés), el Centro Nacional de Leyes Migratorias (NILC, en inglés), Soñamos Unidos (UWD, en inglés) y la universidad de California San Diego destacó que el 87 % de los beneficiarios de DACA trabaja actualmente y un 8 % estudia.

“Además de poder conseguir un buen trabajo, DACA me ha permitido vivir sin el miedo de ser deportada”, aseguró hoy en una conferencia de prensa Greisa Martínez Rosas, quien se desempeña como directora de defensoría de UWD.

“DACA nos trajo a la vida”, afirmó la inmigrante, quien recalcó que no sólo tiene un mejor trabajo sino que ha podido ayudar mejor a su familia.

“DACA ha representado un beneficio importante para sus beneficiarios y para la comunidad”, dijo hoy Tom Wong, investigador de UC San Diego y uno de los autores del informe.

Wong señaló que según los datos más recientes presentados por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, en inglés) más de 741.000 jóvenes inmigrantes indocumentados se han beneficiado de DACA.

El tener el permiso de trabajo les ha significado mejorar sus salarios por hora en un promedio de un 42 %, lo que significa igualmente un incremento en los ingresos estatales y federales por impuestos al igual que un crecimiento económico.

El programa “beneficia también a las comunidades y a las economías locales”, aseguró Ignacia Rodríguez, defensora de Políticas de Inmigración de NILC.

Según la activista, al analizar los resultados de DACA hay que tener en cuenta “no sólo lo beneficioso para los jóvenes sino el beneficio económico para las comunidades”.

Según el informe, el 21 % de los encuestados trabaja en servicios de educación o salud, el 11 % en el sector de empresas no lucrativas, el 9 % en bodega y venta al detalle y un 8 % en servicios de negocios y profesionales.

Wong destacó que el 63 % de los encuestados informó haber podido “cambiarse a un trabajo con mejor pago” y el 49 % consiguió un empleo que está más de acuerdo con su educación y su entrenamiento.

De la misma forma, el 48 % se cambió a un trabajo con mejores condiciones laborales.

La encuesta 2016 encontró que el 6 % de los participantes comenzó su propio negocio luego de obtener el beneficio de DACA, un índice que es superior al del promedio estadounidense (3,1 %) y el de toda la población inmigrante (3,6 %).

A Justino Mora, un “soñador” de California, el tener DACA le permitió crear Undocumedia, que es “una de las plataformas (digitales) más grandes de inmigración y gran parte de nuestra audiencia son personas jóvenes que tienen DACA”, según contó a Efe.

Al mejorar sus ingresos, el 60 % reportó que pudo independizarse financieramente y un 61 % aseguró que ha ayudado a sus familias.

Mientras el año pasado un 21 % de los que respondieron a una encuesta similar compraron su primer carro luego de recibir DACA, este año ese porcentaje subió a un 54 %.

Igualmente, un 12 % compró su primera casa luego de recibir DACA con un costo promedio de 167.596 dólares.

Ese es el caso de Martínez Rosas que, según aseguró hoy, gracias a poder tener un mejor trabajo como activista “pude comprar una casa y además puedo ayudar a mi comunidad”.

Del 8 % de los beneficiarios que solamente están estudiando, 4 % está terminando su secundaria, 20 % está en busca de un grado asociado, 4 % de un grado técnico y 70 % de un título de profesional o de postgrado.

Otros jóvenes que han recibido DACA han podido después de muchos años volver a visitar sus familias como es el caso del mexicano Fidel Gómez, quien salió del Distrito Federal a los 14 años, sólo y con muchos sueños, para venir a los Estados Unidos y desde aquí poder ayudar a su familia.

Este año Gómez, de 31 años y asesor de pequeños negocios para una alianza entre una universidad privada y un programa federal, pudo visitar a sus familiares con un permiso especial y participando en un programa académico.

“Este programa (DACA) realmente ha marcado una diferencia en mí y en muchos otros jóvenes”, aseguró hoy Martínez Rosas, al pedir que se apoye un programa similar para los padres. EFEUSA