Skip to content
El Ritalin mostrado por un poster en una campaña por concientizar a la gente acerca de su uso sobre niños.
El Ritalin mostrado por un poster en una campaña por concientizar a la gente acerca de su uso sobre niños.
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

La primera vez que vi la acuñación del término que he usado para titular esta nota, fue mientras estudiaba en una Preparatoria de la UNAM en la ciudad de México.

Era el título de unas caricaturas hechas por estudiantes de Diseño Gráfico en apartadores de páginas. Estas me recordaban de cierta manera a las caricaturas de la película de Pink Floyd, “The Wall”.

“No necesitamos control en el pensamiento… maestros, dejen en paz a los niños…”, eran frases de la canción principal de la cinta que, junto con el título, sintetizan de forma breve lo que sucede hoy en día en el sistema educativo tradicional, el cual, mientras moldea el ideario del alumnado de forma consistente y estandarizada, parece no tener relevancia en el individuo ni en el mundo actual.

Esto cobra sentido cuando se cae en la cuenta de que el actual sistema educacional fue creado durante la revolución industrial, casi dos siglos atrás.

Los programas académicos y las formas de enseñanza fueron modelados en base a los de fábricas y sistemas de producción de aquel entonces. Ejemplos de ello son el timbre que anuncia el descanso, la división de edificios de acuerdo a las materias impartidas, la segmentación de grados por edades, etc.,

Los programas educacionales trataban de formar individuos que pudieran ser soldados laborales dentro de la sociedad industrial capitalista de ese entonces.

Pero la incapacidad obvia del presente sistema académico para preparar gente, hace mella no solo en la habilidad de las nuevas generaciones de integrarse al campo laboral, sino también en su funcionamiento y aprendizaje dentro de los planteles educativos, y porque no mencionarlo, también sobre su valúa como individuo, engendrándole un sentimiento de alienación social creciente.

El TDAH, ¿solo un mito?

Con el advenimiento de la tecnología, el mundo actual ha dado grandes cambios en muy poco tiempo.

Las nuevas generaciones de estudiantes son confrontadas con cosas que hace 200 años no existían.

La TV, la Internet, los teléfonos inteligentes, la sobreabundancia y la sofisticación de información y entretenimiento, etc., todos han llegado a formar parte de nuestra vida diaria. Debido a que estas cosas compiten por la atención del niño, los modelos de educación actuales son incapaces de captar el interés del niño, quien se ve abrumado con información que le llueve a cántaros y de forma mucho más atractiva.

No es de extrañarse que el niño común tenga dificultades al tratar de enfocarse en la aburrida clase del maestro o a la tediosa lectura de un libro.

Sin embargo, en los últimos años, se ha dado a conocer el llamado Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH, ADHD en inglés), una afección, la cual se piensa que es la causante de la incapacidad infantil de aprender de la misma forma que lo hicieron sus progenitores.

Aunque el hecho de que el TDHA sea llamado enfermedad o que se considere causado por cuestiones fisiológicas es aun parte de un gran debate. Mas sin embargo, este problema es ya tratado como tal.

Gracias a esto, la prescripción de drogas como el Ritalin® ha ido en aumento. Estas adormecen al infante catalogado como hiperactivo y facilitan su control y sumisión.

Pero ¿No deberíamos estar atacando el problema en lugar de tratar los síntomas?

Atacar el problema consiste no en drogar a nuestros niños, sino en transformar los métodos de enseñanza que en el presente resultan ineficaces para instruirlos. El uso de la tecnología dentro de la educación es algo inminente. Aunque su implementación es tan solo una parte de la solución.

La educación dentro de un sistema global

El reto de hoy en día dentro del tema educativo es integrar a los niños a la llamada economía global, la cual está en un cambio constante e imparable.

A las generaciones pasadas se les enseñaba que terminando una carrera, su prerrogativa era la de encontrar un trabajo dentro de una empresa estable, con buen sueldo y con buenas prestaciones, y así, con el tiempo poder retirarse para vivir holgadamente.

Hoy día ese esquema ya no aplica. Y es que el tener una profesión ya no garantiza un buen empleo, o uno de larga duración. Ni siquiera garantiza el empleo en sí.

Además, ¿qué hacer contra el fenómeno de exportación de empleos que apenas un par de décadas atrás fuera algo inusitado?

La realidad es que nuestra educación convencional ya no ofrece soluciones a los problemas presentes.

En conclusión, el sistema educacional público de la actualidad es ya tan ineficaz, arcaico y decadente, pues no solo se dificulta aplicarlo en el niño moderno, sino que tampoco logra su objetivo principal, que es, integrarlo al mercado de trabajo.

La extinción de este sistema es la única consecuencia obvia y esperada. El trabajo de pedagogos y gobierno es grande; pero ignorarlo -lo que sucede hoy en día- no lo va a resolver. Tampoco el recetar Ritalin o aplicar este tipo de soluciones simplistas y dañinas.

Mándenos sus comentarios a rmsandoval@live.com