El debate político mexicano llevado a cabo el fin de semana pasado, sin duda dejó mucho que desear.
Entre ataques estratégicos, exposición de fotografías y documentos usados para desacreditar al oponente, discursos trillados y de poca sustancia, y los acostumbrados dimes y diretes, se sucedieron dos horas.
Mas sin embargo, lo que sí causó revuelo, no tuvo que ver nada con los candidatos presentes.
Una edecán fue la que, según muchos usuarios de redes sociales como Twitter, “ganó el debate”.
La mujer en cuestión llamada Julia Orayen, ex conejita de Playboy y participante de un reality show, con su vestido entallado y su escote bastante generoso, logró lo que ninguno de los candidatos en las siguientes 2 horas: causar un gran revuelo y acaparar la atención nacional e internacional en tan solo 20 segundos de participación.
La elección de la modelo fue hecha por Jesús Tapia, productor del programa y ex responsable de una agencia de gobierno durante el mandato del entonces presidente, Vicente Fox. Según Orayen, Tapia le permitió elegir el ya famoso vestido en lugar de el traje sastre regular exigido por el IFE; el cual venía más acorde al evento. Si su cometido era desviar la atención del contenido del debate, sin duda alguna lo logró.
Por otra parte, el hecho de que Televisa decidiera pasar “Pequeños Gigantes” y TV Azteca programara el partido de la liguilla entre Tigres y Monarcas al mismo tiempo que el debate, jugó un papel importante para desviar la atención de los votantes de un evento que debería de ser de suma importancia para toda la ciudadanía mexicana.
La TV Azteca en otras ocasiones dio muestras de desavenencias con el IFE, teniendo que ser sancionada por esto según Alfredo Figueroa, consejero del IFE.
Mientras, representantes de Televisión Azteca declararon que no estaban obligados a transmitir este evento.
El único partido que se mostró incomodo con la decisión del canal Azteca fue el PRD; y sobre todo su candidato López Obrador. La candidata del PAN solo propuso que se cambiara de fecha. Mientras tanto, los representantes del PRI no dieron gran importancia al hecho.
Esto último tal vez sea porque, según el escritor Carlos Fuentes, el PRI temía que el debate resultara ser catastrófico para su candidato al enfrentarse contra AMLO, quien, según el literato, es un individuo mucho más informado y mayormente capaz para ganar un debate de esta naturaleza. “Sería una masacre”, fueron sus palabras.
AMLO por su parte, se dedicó más a exponer a Peña Nieto y a la “mafia empresarial” mexicana, como él la llama, que a contestar las preguntas que se hacían a los 4 candidatos.
De lo que no queda duda, es que, cuando se trata de eventos políticos, la apatía ha aumentado en la gente a causa de la desilusión por la ineficacia o el incumplimiento de promesas de líderes políticos.
Pero eso es cuento aparte…
En conclusión, el discurso se tornó en un circo. Y si de algo estoy seguro, es que TV Azteca y Televisa ahora sí darán un espacio estelar para noticias sobre el debate político en su programación, ¿no lo cree?
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