El Presidente Barack Obama ha estado preparando la carrera electoral incluso antes de que se diera.
La caída del aborrecido Líder de Al Qaida, Osama Bin Laden, provocó una reacción muy positiva a favor de Obama, quien venía viendo su popularidad en una cuesta descendiente.
Como quien dice, el señor presidente se sacó un as para esa jugada y ello le resultó bien. Tanto así que la mayoría de gente se alegró de la muerte del terrorista y pocos cuestionaron el hecho de la ausencia de un proceso legal para juzgar al enemigo número uno como era debido, lo que lo hace parecer más como un asesinato vengativo.
Después, por otro lado, su cambio contrastante en cuanto a la inmigración indocumentada en este país le cayó de sorpresa a medio mundo cuando otorgó una suspensión en las deportaciones sobre aquellos casos en los que inmigrantes hayan ingresado al país sin documentos siendo aun niños y bajo ciertas condiciones, esto después de haber roto récords durante su administración en términos de deportaciones.
Las críticas no tardaron en llegar, tildando al presidente de estar haciendo un juego electorero para generar votos favorables dentro del sector hispano.
Y es que, aunque las razones que dio son bastante aceptables, uno se pregunta, ¿por qué precisamente ahora y no antes?
Dicha amnistía de dos años es nada más que una simple medida simbólica, y es que esta aun deja a millares de jóvenes todavía en un limbo legal y con un futuro incierto.
En otros campos, el presidente dirigió sus esfuerzos a asegurarse que los impuestos sobre los ricos, los cuales fueran perdonados durante la era de Bush, volvieran a cobrarse como es debido, mientras que ha intentado extender por un año más los perdones fiscales a la clase media.
Mientras los republicanos siguen con su teoría fallida de que es un error, aduciendo a que esto será un freno a la creación de trabajos y al crecimiento de la economía. “Ya hemos tratado esa teoría. Hemos visto que pasó. No podemos darnos el lujo de regresar-” dijo el presidente, y estoy de acuerdo. Aunque también estoy de acuerdo que esto lo puede estar haciendo para resaltar su contraste con Mitt Romney, el candidato republicano que extendería sin duda el perdón de impuestos para los ricos, esto solo para ganar más votos.
Ambas medidas temporales buscan aliviar a los estudiantes indocumentados por un lado y a la clase media en general por el otro.
Mas sin embargo, el presidente también firmó una ley que permite que compañías contribuyan billones de dólares menos a fondos de pensión para trabajadores, esto de manera permanente y para sufragar la extensión de los bajos intereses sobre préstamos estudiantiles que estaban por subir al doble. Entonces, por un lado, Obama ayuda temporalmente a los estudiantes y por otro debilita los programas de pensión de forma permanente. No suena como mucha ayuda que digamos.
En fin. Obama, camino a los comicios, está jugando cartas con varias medidas que benefician a muchos temporalmente, aunque en el proceso, ha afectado permanentemente de forma negativa los beneficios de pensión de millones de trabajadores solo para ayudar de manera temporal a los estudiantes.
Dichas acciones le han dado a Obama muchos puntos en la carrera por los votos; sin embargo, inclinan la balanza negativamente en contra de Obama como líder, puesto que no está dando soluciones reales a distintos problemas y en cambio sí está afectando algo tan preciado como la pensión que un trabajador espera tener al retirarse.
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