En apariencia, finalmente habrá acción de parte del gobierno para limitar la violencia en los juegos de video.
Y es que este tipo de juegos sofisticados, tienden también a ser muy crudos y violentos.
La cuestión del asunto es básicamente que este tipo de juegos son bastante populares entre niños y adolescentes y que además cabe gran posibilidad que tomen parte de la desensibilización de las masas y las matanzas presenciadas en estos últimos años sobre personas inocentes.
Joe Biden, el vicepresidente estadounidense, se reunirá con representantes de la industria de los videojuegos y la Asociación de Programas de Esparcimiento para buscar soluciones a la violencia con armas de fuego.
Despues de lo acontecido en Conneticut, donde un joven mató a 20 niños, 6 adultos y después se suicidó, el presidente de la Asociación Nacional del Rifle, Wayne LaPierre, culpó a la industria del entretenimiento por su contribución a una “cultura de violencia”.
Por su parte, la Asociación de Consumidores de Electrónicos envió una misiva al Vicepresidente, señalando que el crecimiento de la industria de videojuegos ha generado un disminución del crimen a nivel nacional- ¿será?
Muy probablemente, la censura será el tema a tratar en esas pláticas, donde posiblemente se configurarán nuevos parámetros para la futura realización de juegos de video, algo que ya es muy necesario, aunque en mi opinión, debería tener un alcance mayor que el de los videojuegos.
Está muy visto que tiene que ser constantemente reformulada este tipo de supervisión sobre los medios de entretenimiento; puesto que siempre hallan formas de mostrar más de lo debido y con ello generar ventas mayores.
Como muestra la historia, la censura no siempre ha sido parte del mundo de las comunicaciones y el entretenimiento. En sus principios, las tiras cómicas y las películas de los años 30 y 40 en los Estados Unidos, no tenían mucha supervisión sobre sus contenidos. Sin embargo, por el desarrollo creciente en los temas oscuros y las gráficas sangrientas que exhibían y considerando que su público eran en gran medida los niños y los adolescentes, se tuvo que crear un organismo que regulara y limitara lo que podía o no ser mostrado.
Considero un gran avance por parte del gobierno el tratar de atacar la enfermedad, y no meramente los efectos, como escribí en una nota relacionada con la masacre de Connecticut.
Aunque no todo recae en el gobierno. Todos aquellos que son padres de familia, tienen la gran responsabilidad de vigilar lo que sus hijos ven en TV o el tipo de juegos con los que se recrean.
El ser un padre envuelto, es y será siempre la mejor solución al problema.
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