A pesar de haber una propuesta de ley a favor de arreglar el estatus de millones de personas sin los documentos apropiados para trabajar y vivir en el país, la ola de redadas y deportaciones va en aumento.
A través de programas como “Polimigra 287 g” y “Comunidades Seguras”, esta administración ha deportado alrededor de 1.7 millones de personas hasta ahora, imponiendo nuevos records cada año. Tan solo el año pasado, 400,000 inmigrantes indocumentados fueron deportados.
A pesar que esta administración argumenta que las redadas se hacen enfocándose en atrapar y deportar a criminales o a personas con record criminal; cuando esas redadas se realizan, el único criterio que el ICE utiliza para realizar las detenciones es la carencia de residencia legal o ciudadanía al momento de la detención.
Entre aquellos que son considerados criminales, se cuenta también a los que habiendo sido deportados, reingresan al país nuevamente. Esto ayuda a sesgar las cifras, contado a estos ahora considerados como criminales con los delincuentes de alto grado -asesinos, narcotraficantes, etc.
Muchas de estas personas regresan al país nuevamente a pesar de la amenaza de ser criminalizados y castigados como tales, y esto es porque muchos de ellos tienen familias, hijos nacidos aquí, propiedades, y en general, han echado ya raíces en las comunidades de las que son arrancados.
Estas personas enfrentan hasta dos años de cárcel y otra deportación.
“Esto no es algo para estar orgullosos”, mencionó el Representante Luis Gutierrez de Illinois, quien está a favor de una reforma migratoria desde hace diez años refiriéndose a los records de deportaciones.
“Debemos darnos cuenta que entre esos cientos de miles de deportados hay padres de familia y proveedores que son valiosos dentro de comunidades americanas y que no han cometido crimen alguno”, comentó Gutierrez.
Es por esto que movimientos de activistas como “Desobediencia Civil”, se han dado a la tarea de mostrar su descontento con pancartas y cánticos, apareciendo en todo lugar en el que el presidente Obama se presenta. Muchos lo llaman “Deporter in Chief”, o jefe deportador, haciendo un juego con el término “Comandante en Jefe” usado en inglés para nombrar al presidente.
Este pasado viernes 7, una de estas demostraciones fue cortada de tajo por medio de arrestos en masa en la comunidad de Santa Monica, lo cual fue apenas mencionado en los noticieros a causa de que una noticia fatal abarrotó la atención: el tiroteo que estaba ocurriendo en el colegio de dicha ciudad, donde perdieron la vida 5 personas.
La noticia tomó por sorpresa a tanto a autoridades como a protestantes. En un blog, los activistas arrestados declararon: “Ahora retirados de la acera, tuvimos un momento de silencio por los fallecidos en la tragedia”.
A pesar de los arrestos y de la desgracia ocurrida, la posición del movimiento activista es el mismo siempre: frenar las deportaciones que aumentan cada año y sensibilizar al gobierno acerca del asunto.
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