Wanda Lee Ann Podgurski, una mujer de 60 años, tenía una vida como cualquier otra de su edad. Trabajando para Amtrak como cajera, ganaba para subsistir en Manhattan Beach, una zona de gente de clase media alta con vistas a la playa.
Aproximándose el tiempo para retirarse, Wanda pensaba tal vez en si el cheque de retiro le sería suficiente para pagar no solo los pagos mensuales de servicios y casa, sino también aquellos gustos que deseaba darse llegado el momento. La respuesta era negativa. El cheque mensual apenas cubriría sus responsabilidades y le daría para medio vivir.
La idea de sacar seguros por discapacidad posiblemente estuvo dándole vueltas en su mente por algún tiempo, hasta que un día, se decidió a firmar no solo una, sino seis pólizas de seguros de distintas compañías que la protegieran en caso necesario. Y un día del año 2006 y teniendo 56 años, Wanda Lee se declaró incompetente para hacer cualquier tipo de trabajo tras una supuesta caída de las escaleras por la cual tuvo que solicitar enfermera a domicilio. Cosa rara e irónica para las compañías de seguros… las seis aceptaron su caso. Sin más preámbulos, Wanda Lee comenzó a viajar como probablemente lo soñó, alrededor del mundo y junto con su novio gracias a los $664,000 dólares que las primas de seguro le otorgarían.
La vida al fin le sonreía. Y tal vez fue tanta la excitación de su situación de entonces, que Wanda olvidaría algo crusial- las compañías de seguros no sueltan el dinero nada más porque sí. Y en efecto, cada compañía contrataría un investigador que comprobara que el caso de la señora Podgurski era legítimo.
David Mancini, investigador privado, sería el primero que la entrevistaría. Este, al ver las negativas de ella para responder acerca de los reclamos de seguros, comenzó a espiar la señora Podgurski, logrando documentar con video que ella no solo era capaz de valerse por sí misma, sino que podía realizar cualquier tipo de actividad, cosa contraria a sus declaraciones. Además, los viajes de placer a China, Republica Dominicana, Boston, Nueva York, entre otros numerosos lugares, no encajaban con el perfil de una persona físicamente discapacitada.
Al ver los videos, los doctores encargados del caso Podgurski, pudieron darse cuenta del engaño al que los había sometido la ‘inocente viejecita’.
Las aseguradoras procedieron a demandar. El día de la corte llegó, pero Wanda Lee brilló por su ausencia. Una orden de arresto en su contra fue expedida, aunque las autoridades ignoraban el paradero de Podgurski que además de defraudadora, ahora era fugitiva.
En una cuenta de Twitter, la prófuga comentaba al fiscal Bonnie Dumanis, su único seguidor: “Atrápame si puedes”, o “Ayuda a que me encuentren antes que defraude a alguien más”.
Los investigadores en el caso pudieron además darse cuenta de que Podgurski también había tomado $500,000 dólares de fondos de Amtrak, la compañía para la que trabajaba, y que además le estaba pagando su cheque de incapacidad como dicta la ley.
Tuvieron que pasar 4 meses para que el brazo de la ley lograra alcanzar a Wanda Lee Podgurski, quien se encontraba en una playa de Rosarito, en México, gozando del 4 de julio fuera de su país.
En el presente, la sexagenaria presidiaria paga una condena de 20 años y una fianza de 1 millón de dólares por restitución; aunque por otro lado -si a algún director de Hollywood se le ocurriera-, posiblemente firme contratos otorgando derechos para hacer un filme sobre su bizarra vida, lo cual no es poco probable…
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