Este mes de la hispanidad fue creado entre otras cosas importantes, porque distintos países latinoamericanos celebran su independencia de España durante estos días. México es uno de ellos.
El 15 de septiembre ha sido siempre un día de festejo para los mexicanos que regularmente abarrotan la plaza del zócalo en el centro del Distrito Federal y conmemoran como cada año el grito de independencia que lanzara un sacerdote criollo llamado Miguel Hidalgo y Costilla allá por 1810.
Yo mismo recuerdo que de niño también fui a presenciar ese momento cuando Miguel de la Madrid Hurtado, entonces presidente de México, dio el llamado “grito de la independencia”.
Los juegos pirotécnicos, la música, la algarabía de la gente, las campanadas, etc., son cosas que recuerdo de aquel día. Este año precisamente, todo eso se vuelve a repetir. Pero algo parece haber cambiado radicalmente.
Gracias a las redes sociales, hemos podido darnos cuenta de lo que sucedió en el zócalo este 15 de septiembre, primera vez en que el actual presidente proclama “el grito” ante todo México.
Se fueron propagando en el Internet fotos de diversas flotas de autobuses que llegaban de otros lugares a llenar con su gente la gran plaza.
Los videos tampoco se hicieron esperar.
Tan solo unos días antes, legiones de maestros ejercían su derecho de asamblea para oponerse a la llamada “reforma educativa”, que entre otras propuestas, ha sido pasada por la presente administración.
Algunos puntos de dicha ley generaron gran controversia, como el hecho de que dote de ‘autonomía’ a cada escuela. Esto suena muy bien, pero cuando se escudriña el significado dado en la propuesta, uno se da cuenta que de hoy en adelante, cada escuela tendrá que rascarse con sus propias uñas o depender de la ayuda de padres de familia si quiere mejorar su infraestructura o tener presupuesto alguno. En otras palabras, el gobierno ha dejado de encargarse de la manutención de las escuelas. ¿Se supone que esto ayudará a mejorar la educación?
Hay otras cosas de tal reforma por las que los maestros protestaban en el zócalo, pero su manifestación se vio coartada por la acción de la policía capitalina que entró a desalojar el recinto para alistarlo para las llamadas fiestas patrias.
Por las redes sociales se corrió la voz sobre el repudio del desalojo, la reforma educativa y el apoyo hacia los maestros. Una página de facebook bajo el nombre de “no vayas al zócalo” hacía un llamado a dejar solo no únicamente al presidente, sino también a los gobernadores de cada estado ese día como gesto de protesta
Sin embargo, el 15 de septiembre, aparecieron docenas de autobuses con gente proveniente del Estado de México para “apoyar a Peña Nieto”, como dijera una de las mujeres entrevistadas momentos antes de la ceremonia del grito. Inclusive se muestra en el video se muestra que les dieron boletos, posiblemente para controlar las entradas. Pudiera ser que los que gritan consignas negativas se vayan a colar.
Está claro que esto es televisado no solo a nivel nacional, sino internacional. La imagen para el gobierno mexicano es algo tan importante que estuvo dispuesto a acarrear gente para llenar una plaza de la constitución que de otra manera, estaría vacía. Definitivamente, esta fue una forma bastante deplorable de celebrar la independencia de México por parte del gobierno mexicano.
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