Estados Unidos es uno de los países con una de las políticas anti criminales más duras. Por un lado, el número de presos per cápita es enorme, por otro lado, crímenes no violentos como venta de drogas y piratería, tienen sentencias muy altas, inclusive mayores que aquellas que incluyen violencia y hasta homicidio.
También, tomemos en cuenta cosas como la brutalidad policiaca y la poca o nula representación de agentes del orden la mayoría de comunidades, sobre todo cuando se trata de áreas étnicas o de color. Por último, la reciente concesión de equipo y armamento militar para agencias policiacas.
Todo parece apuntar a que casos como el del asesinato de Mike Brown tengan la posibilidad de quedar impunes.
Es como si se premiara el exceso de fuerza policial sobre la ciudadanía.
En mi opinión, las cosas que necesita la policía, sobre todo en zonas pobres y de alta diversidad; son entrenamientos que promuevan el entendimiento y la tolerancia hacia otras razas y culturas; así como también una mayor representación que refleje la demografía cada comunidad.
Aunque lo más importante es sin duda, un perfil psicológico más amplio a la hora de emplear a nuevos agentes esto para separar aquellos oficiales prejuiciosos de los que pueden ser capaces realmente de servir a su comunidad.
La controversia últimamente generada por la decisión del gran jurado en Ferguson Missouri de hallar inocente al oficial Darren Wilson de la muerte culposa de Mike Brown va más allá de un simple caso aislado.
El enojo de la gente, ahora expresado en forma de disturbios, es, si bien no justificable, bastante entendible.
Según estadísticas basadas en análisis del FBI, en toda América es más probable que un sospechoso afroamericano sea arrestado o muera en manos de un policía que un sospechoso blanco. Según Geoff Alpert de la Universidad del Sur de California, 98.9% de alegatos de fuerza excesiva policial son finalmente decretados como justificados (como sucedió en Ferguson).
Y si de protestas hablamos, la ACLU ha documentado en el país un patrón policial de uso de tácticas de fuerza excesivas sobre minorías, algo que es menos probable que suceda con protestantes de mayoría blanca. Todo esto, en conjunto, solo puede producir desconfianza de parte de la gente, y hasta violencia, como sucedió en Ferguson.
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