Hubo mucha expectativa sobre la visita del presidente mexicano Enrique Peña Nieto por parte de activistas, siendo la mayoría de ellos mexicanos que residen en EE.UU., aunque no por razones positivas, mucho menos para el mandatario.
Su motivación: la protesta en contra de su mal gobierno, el cual sigue causando miles de muertes cada año, cosa que no varió mucho desde que el ex presidente Calderón dejara la codiciada silla.
43 estudiantes desaparecidos siguen resumiendo las proclamas de gente en todo el mundo que a través de redes sociales, marchas, plantones, hasta asistencias a ceremonias oficiales (Premios Nobel), siguen poniendo el dedo en una llaga que Peña Nieto quisiera ya olvidar.
Inclusive el mismo Obama hizo mención a los estudiantes, ofreciendo hasta ayuda para aclarar dicho caso en el que las autoridades estuvieron coludidas con narcotraficantes para asesinar a estudiantes de la Escuela Normal en Guerrero. Aunque la mención de “asesinato” es aun pura conjetura, y ese es precisamente el problema central.
A pesar de que han pasado ya meses desde el negro suceso, el trabajo de las autoridades por aclararlo ha sido no solo pésimo, sino hasta pareciera que quisieran encubrir la verdad.
Sin embargo, el portavoz presidencial mexicano, Eduardo Sánchez, se atrevió a declarar en una entrevista con la agencia española de noticias EFE que el Gobierno y la fiscalía de México han realizado una labor “impecable” en el caso. What?
Dichas palabras hacen pensar que el señor Sánchez sufre alguna especie de delirio o que simplemente, desea mantener una buena imagen del gobierno mexicano ante la prensa internacional; aunque dicho sea de sobra, de forma bastante fútil.
Es bien obvio que las palabras no pueden ocultar que en México, existe un estado impune, fallido, sin médula y hasta dañino para el mismo país.
Es por eso que las protestas no se callan. Siguen en todas partes del mundo, para echar en cara las mentiras de un gobierno no solo ineficiente, sino corrupto.
Un amigo me decía que estaba cansado de ver comentarios de protesta en las redes sociales acerca de los 43. Comentaba que muchos de los que protestaban ni siquiera vivían en México y que no lograban nada, a lo que yo contesté que eso no hace irrelevantes sus protestas.
Lo que mi amigo no alcanza a comprender es que este tipo de reprobación pública esta produciendo presión sobre el gobierno mexicano, tanto así que hasta Obama externó su preocupación a Peña Nieto sobre los desaparecidos.
Lo cierto es que pesar de cortinas de humo, el mundo sigue con sus ojos en México- asimismo las protestas continúan. Así que recomendé a mi amigo o que se sumara a la causa, o que se ausentara de Facebook por un buen rato.
Uno no necesita ser mexicano, ni estudiante, ni siquiera latino para mostrar solidaridad con los familiares de los desaparecidos. Como humanos, nos atañe lo sucedido y, (usando palabras del mismo Peña Nieto) nos conviene que se resuelva… “caiga quien caiga”.
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