Las Universidades en California son de las instituciones educacionales de nivel superior más caras de la nación. Eso nadie lo niega.
A pesar de esto, el plan de un grupo de trabajo encargado de proponer nuevos métodos para sufragar los gastos de las universidades, sobre todo en tiempos económicos difíciles, tiene contemplado subir el costo por matricularse.
Esto vendría adherir una dificultad más al problema de la baja cantidad de jóvenes que llegan a graduarse de una universidad.
La población estudiantil es la más vulnerable en términos económicos. Muchos de ellos tienen que pedir préstamos ya que no pueden aplicar para becas o ayudas estatales para pagar sus gastos académicos. Esto sobre todo entre las clases bajas, donde un bajo porcentaje de jóvenes terminan entrando a una universidad, y un porcentaje aún más bajo, termina graduándose de esta; teniendo los altos costos de la educación en como uno de los principales culpables.
¿Y qué decir de los préstamos estudiantiles? Estos, con sus altos intereses, están diseñados como algo lucrativo, no como una ayuda a los jóvenes que comienzan a definir su futuro económico a través de estudiar.
Los intereses en préstamos federales varían entre el 4.29 y el 6.84% después de la reducción que será impuesta el próximo año escolar. Aparte, el costo por obtención de préstamo está entre el 1 y el 4.29%, el cual es deducido del préstamo total.
Aparte de todo esto, este tipo de préstamos no entran en la ley de banca rota. Sin esta opción, aquellos jóvenes que terminan obteniendo un trabajo con salarios bajos, no tienen otra opción que pagar el préstamo, aun cuando sus posibilidades económicas no sean las mejores.
Este país tiene ya de por si los costos más altos en materia educativa. Por otro lado, los recursos que se dedican a la educación no son suficientes. Es como si se pretendiera que aquellos que pueden pagar, consigan tener una carrera, y aquellos que no, pues, simplemente tienen que entrar en el laberinto de obstáculos que muchos tienen que atravesar para lograrlo.
Ya de por sí el latino es el grupo que más rápido crece según los conteos demográficos de Estados Unidos, pero aun así somos los menos educados.
Es irónico que un país tan avanzado como este, dedique más presupuesto a sus cárceles que a educar a sus jóvenes. Eso sin mencionar los súper presupuestos otorgados al ejército, que terminan siendo usados para destruir otros países y luego para intentar reconstruirlos.
