“Terrorismo”, desgraciadamente, es una palabra bastante presente desde comienzos del siglo XXI.
En el 2001, con el ataque de las torres gemelas, nuestro mundo no volvió a ser el mismo. El infausto evento resultó un trauma para toda una generación, mayormente en Norteamérica.
Desde entonces, la palabra terrorismo ha sido una constante en las noticias.
Hoy en día, el mundo sigue observando ataques internacionales de extremistas, esto a pesar de la coalición de países poderosos de primer orden para acabar con ISIS -Estado Islámico de Irak y Siria-, la actual amenaza que perpetró hace apenas unas semanas una serie de atentados en Francia donde murieron más de 150 personas.
Lo irónico del asunto es que el nuevo grupo terrorista tiene conexión con Al Qaeda, el cual se hizo responsable del ataque de las torres. Al Qaeda, ya bastante documentado está, fue armado por EEUU al igual que el Estado Islámico, aunque el nexo americano con el último grupo es más bien borroso.
Aun fuera de cualquier conjetura, se puede decir que fue un error fatal por parte de EEUU el haber dejado que este grupo fanático, el cual pretende crear un califato mundial, controlara el petróleo Sirio, cosa con la cual pudo empoderarse al grado de ser capaz de retar a multitud de naciones alrededor del mundo en su búsqueda de imponer sus creencias, según nos dicen las noticias.
Aquí en Norteamérica, aun cuando los ataques de ISIS todavía no han tocado este suelo, la arremetida contra la nación francesa hizo un eco enorme, trayendo a la mente aquel atentado sucedido en Nueva York hace 14 años.
Entre el terrorismo mundial y los tiroteos en masa aquí sucedidos, el temor a un ataque en América del Norte resulta bastante latente.
Apenas el miécoles 2, que es cuando hice esta nota, sucedió en San Bernardino California un tiroteo que acabó con la vida de 14 personas. Dicho incidente aun está siendo investigado para ser tomado o no por terrorismo; aunque de momento, uno de los asesinos, en este caso una mujer Pakistani, parecía tener algún nexo con ISIS.*
El esposo, aunque nacido aquí, tenía raíces también Pakistanas.*
Pakistan y Siria, ambos son paises de medio oriente, y además, ambos poseen lazos con el terrorismo.*
Eso por cosas como esta que, -volviendo con inmigrantes sirios- su admisión crea bastante oposición. Y es que se teme que entre esos muchos que buscan un país donde vivir en paz, vengan escondidos terroristas capaces de actuar.
Aunque si bien estoy seguro que este país no está abriendo completamente las puertas a todo aquel que quiera venir, resulta plausible dicha hipótesis, ya que a pesar de los filtros y los requerimientos para que alguien pueda aplicar para asilo político, creo yo que al menos un mínimo de personas indeseadas podría ser capaz de engañar a nuestros oficiales para lograr pisar suelo americano.
Mientras que unos están en pro de abrir las puertas a estos inmigrantes, los que están en contra, tanto políticos como gente común, no han callado su oposición.
Un reportero anglo en mi trabajo que escribía una nota al respecto, preguntaba por una palabra corta que fuera sinónimo de inmigrante. “Terrorista”, respondió un compañero diseñador, también anglo.
Si bien hubo sarcasmo en la réplica que podría tomarse ofensiva, sobre todo si se saca de contexto, muestra mucho la sospecha que se genera hacia el inmigrante en este país, aunque actualmente, se vuelca no tanto hacia los latinos, sino hacia la gente proveniente de Siria.
*Actualizado el 4 de diciembre. Envíe sus comentarios a rmsandoval@live.com
