“¿Por qué a la gente en la cima [económica] le está yendo fenomenalmente bien mientras que casi todos los demás hemos visto un declive en ingresos?”
Eso fue lo que respondió Bernie Sanders en una entrevista de CNN donde le preguntaban acerca de Donald Trump, al cual se refirió como alguien “vulgar”, a la vez que decía que los asuntos reales no son ni él -que busca un país dividido y pobre- ni sus vulgaridades.
Es claro que los candidatos, en su gran mayoría, llevan mucha paja a la mesa cuando se trata de hablar de cuestiones importantes. Pero en estas elecciones primarias, el atontamiento de los temas causado por Trump ha hecho posible la ausencia de cosas de interés real.
El hecho de que el 60% de personas en esta nación, posee solo el 2% de la riqueza, mientras que el 1% posee cerca del 95%, parece ser intrascendente entre los políticos que buscan la presidencia, siendo Sanders una excepción.
Estas son cifras bastante extremas para un país del primer mundo, ¿no lo cree?
Una referencia que hace Sanders al respecto es la familia Walton, una de las más poderosas de la nación. El contraste con esta lo hacen los trabajadores de Walmart, la empresa de la cual son dueños los Walton.
En la actualidad, empresas como Walmart pagan a sus empleados sueldos de miseria, les brindan escasas oportunidades de crecimiento y a su vez, no les otorgan horarios fijos ni completos para a su vez no ofrecerles beneficios.
Por todo esto, esos empleados terminan acudiendo a la asistencia pública, el “Welfare”; por medio del cual, pueden complementar su sueldo para vivir limitadamente día a día. Este tipo de ayudas estatales gradúan entre estampillas de comida, subsidios para rentas bajas y Medicaid.
Es como si el estado estuviera complementando esos sueldos irrealistas.
Permítame corregir. Es como si la clase media estuviera complementando esos sueldos bajos a través de sus impuestos, ya que los ricos están exentos de pagos tributarios gracias a perdones fiscales que el estado les otorga; aunque claro está, distan mucho de necesitarlos.
De una forma muy sutil, este tipo de familias (los Walton, entre otras), explotan el sistema a su favor y extraen ganancias groseramente inmensas, mientras que exprimen a sus trabajadores al máximo con el mínimo de retribución.
Esa, mis queridos lectores, es parte del porqué de la cada vez más agudizada polarización económica entre los billonarios y nosotros. En otras palabras, como las cosas están, ellos seguirán haciéndose más ricos, mientras que nosotros… bueno; creo que me di a entender.
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