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Washington, 16 abr (EFEUSA).- El presidente Barack Obama anunció hoy una inversión de 600 millones de dólares para ajustar la formación de los trabajadores a los empleos ofertados a través de alianzas entre las instituciones académicas y las empresas, una tarea que consideró “más urgente que nunca”.

Desde un centro público de formación superior (“community college”) en Oakdale (Pensilvania), Obama anunció dos nuevos programas que no necesitan la aprobación del Congreso y que dedicarán fondos ya existentes en el presupuesto federal para fomentar la cualificación de los empleados.

“No todos los trabajos que se ofertan hoy requieren un diploma de cuatro años en una universidad. Pero les prometo que no hay un empleo ahí fuera que vaya a pagarles mucho si no tienen algún tipo de formación especializada”, indicó Obama, acompañado en el acto por el vicepresidente Joe Biden.

El primer programa está dotado de “casi 500 millones de dólares” para crear una competición nacional que aliente a los “community colleges” de todo el país, las empresas y las industrias a trabajar juntos para crear programas de formación orientados a los empleos vacantes.

En la competición, organizada por el Departamento de Trabajo, tendrán prioridad las alianzas entre centros de formación y entidades nacionales, como las asociaciones industriales, “que se comprometan a implementar programas de formación basados en credenciales reconocidas por la industria”, precisó la Casa Blanca.

Obama confía en que ese tipo de iniciativas ayuden a allanar el camino desde los centros de formación a los empleos del sector privado, especialmente en las industrias de la manufactura, las telecomunicaciones y los cuidados sanitarios.

“Esto es más urgente que nunca. Nunca había sido más importante para nuestros ciudadanos formarse para los trabajos que están ahí, o para los trabajos del futuro”, subrayó el mandatario.

La segunda iniciativa será una inversión de 100 millones de dólares del Departamento de Trabajo en subvenciones para programas de aprendizaje “que ayuden a los jóvenes y a los trabajadores experimentados a entrar en un camino hacia empleos mejores, un sueldo mejor y una trayectoria ascendente en sus carreras”, explicó Obama.

Según la Casa Blanca, el 87% de los aprendices en una empresa o industria son contratados después de completar sus programas, y su salario medio una vez completada la formación es de más de 50.000 dólares anuales.

“Los programas de aprendizaje son una forma de conectar a más estadounidenses a empleos en algunos de nuestros campos con más demanda, como las telecomunicaciones y el cuidado de salud. Y permiten aprender mientras haces ingresos”, apuntó el mandatario.

Biden, por su parte, advirtió de que “seis de cada diez empleos en los próximos 10 años van a requerir algún tipo de certificado o diploma más allá del graduado escolar”.

El plan de Obama está arraigado en la idea de que “en una economía del siglo 21, los trabajos no conocen de fronteras”, y “las compañías pueden buscar a los trabajadores más educados, más cualificados, dondequiera que vivan”.

“Otros países lo saben. Países como Alemania, China o India están trabajando cada día para educar a sus niños mejor que nosotros para que después puedan competir mejor que nuestros negocios”, alertó.

“Y cada día, francamente, vemos que están avanzando más que nosotros. Todavía estamos en cabeza, todavía tenemos las mejores bazas, pero ellos están tomando buenas decisiones. Y tenemos que tomar las mismas decisiones (…). Nuestra mejor apuesta es mantenernos los primeros en la carrera del conocimiento”, agregó.

Obama lamentó que el Congreso no haya respondido hasta ahora a su petición de “invertir en programas serios que conecten a estadounidenses preparados para trabajar con trabajos listos para ser ocupados”.

Por eso decidió en enero encargar a Biden, a la secretaria de Comercio, Penny Pritzker, y al secretario de Trabajo, Tom Pérez, “una reforma integral de todos los programas federales de formación para asegurarse de que cumplen una misión clara: formar a los estadounidenses con los conocimientos que necesitan los trabajos”.

Con ello, Obama busca poner fin a “lo que el secretario de trabajo llama un ‘enfoque de formar y rezar’: les formamos y rezamos para que encuentren trabajo”, explicó.

“Hay cosas que quedan bien en un papel, pero que no te consiguen trabajo. Necesitamos saber cuáles son los empleos que necesitan llenarse y asegurarnos de que los trabajadores están siendo formados para ajustarse a esos buenos trabajos”, agregó. EFEUSA