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Washington, 16 jul (EFEUSA).- Los republicanos de la Cámara de Representantes ultiman hoy su alternativa al plan propuesto por el presidente Barack Obama para atajar la crisis migratoria, con un texto legislativo que se prevé sea mucho más austero que el del mandatario y cuente con la presencia de la Guardia Nacional.

El presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, y el líder entrante de la mayoría, Kevin McCarthy, junto a un grupo de legisladores que trabajan sobre el tema, presentarán tan pronto como este jueves un proyecto de ley con el objetivo de aprobar un plan antes del receso de agosto.

Según han adelantado fuentes cercanas al proceso, el contenido del texto estará inspirado en el proyecto planteado por el senador republicano John Cornyn y el representante demócrata Henry Cuéllar, que busca una aceleración de los procesos de deportación de los niños provenientes de Centroamérica.

Asimismo, el proyecto de ley proveerá de unos fondos de entre 1.000 y 2.000 millones de dólares a la Administración, destinados a atajar la avalancha de menores no acompañados que llegan a la frontera sur y que en los últimos diez meses ya han superado la cifra de 57.000, según datos federales.

Esos fondos distan mucho, sin embargo, de la cantidad solicitada por el presidente la pasada semana, la cual ascendía a 3.700 millones de dólares, de los cuales 1.800 irían principalmente destinados al cuidado de los menores en los centros de acogida y por tanto al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés).

“Queremos devolver de manera rápida y con humanidad (a los niños) a sus casas”, dijo el presidente del Comité de Seguridad Nacional, Michael McCaul (Texas), también miembro del grupo de trabajo creado por Boehner para tratar el tema.

“Sólo cuando hagamos eso vamos a detener el flujo. Necesitamos un mensaje de disuasión”, agregó el republicano.

La llegada masiva de los menores a la frontera hizo que el presidente solicitara al Congreso esos fondos de emergencia, pero los conservadores consideran que se trata de una cantidad desmesurada y que el plan no alberga suficientes recursos para fortalecer la seguridad fronteriza.

Mientras tanto, la propuesta de Cornyn y Cuéllar ha cristalizado como una opción a medio camino, aunque trata de modificar el marco legal sobre los menores inmigrantes procedentes de países no fronterizos aprobado en 2008 bajo el Gobierno de George W. Bush.

El texto Cornyn-Cuéllar, que ya ha sido rechazado públicamente por alguno de los congresistas defensores de una reforma migratoria integral, tiene el objetivo de modificar las leyes actuales para dar el mismo trato a los menores provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador que a los llegados desde México y Canadá, los cuales pueden ser deportados en apenas unas horas tras su entrada ilegal.

Esa propuesta estipula que los niños que sean elegibles a algún tipo de amparo en Estados Unidos, como el asilo, se presenten ante la corte de inmigración en los siete días posteriores a haber sido examinados por los funcionarios de Salud y Servicios Humanos (HHS).

Si el juez decide que un niño puede presentar su reclamación legal, que tendrá que cursar en las 72 horas siguientes a la resolución del magistrado, el menor podrá permanecer en el país con una persona que lo custodie mientras su caso se abre paso a través de los tribunales; de lo contrario, será deportado a su país de origen.

La Casa Blanca se ha mostrado abierta a discutir dicha propuesta, pero los legisladores demócratas más beligerantes con la consecución de una reforma migratoria se han opuesto apenas conocieron las primeras pinceladas del proyecto, incluido el líder de la mayoría demócrata en la Cámara Alta, Harry Reid, y el influyente Robert Menéndez.

“La propuesta Cornyn-Cuellar es peor que la ley actual y peor que cualquier otra propuesta que he visto. Esta ley fue diseñada para proteger a niños que son refugiados o víctimas de trata de personas, y no voy a apoyar ninguna propuesta legislativa que pretenda deshacerse o diluir estas protecciones”, dijo Menéndez al respecto.

“Por otra parte, la Administración tiene amplia autoridad bajo la ley actual para implementar los cambios de política necesarios para sofocar la mayor parte de los problemas en la frontera. Pero lo que realmente necesitan son los fondos adicionales y por eso apoyo un proyecto de ley para disponer de fondos adicionales de emergencia sin enmiendas innecesarias”, agregó el senador.

Pese a la oposición de los senadores demócratas y del Caucus Hispano, la postura que nazca del grupo republicano será casi una oferta irrechazable, ya que la Administración necesita más fondos para poder responder a la crisis humanitaria y al continuo goteo de niños que llegan huyendo de la violencia de Centroamérica. EFEUSA