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Washington, 29 nov (EFEUSA).- Miembro del reducido grupo de congresistas que apoyó abiertamente a Donald Trump durante la campaña electoral y firme opositor de la reforma sanitaria de Barack Obama, el legislador Tom Price pondrá su carrera de cirujano y sus conocimientos de política al frente del Departamento de Salud.

Price, congresista por Georgia, será secretario de Salud y Servicios Humanos después de que el multimillonario tome posesión el próximo 20 de enero, y previsiblemente será la mano ejecutora de las promesas de Trump de desmantelar la reforma sanitaria de Obama, uno de los baluartes del actual gobernante demócrata.

Con más de diez años a sus espaldas en el Legislativo, Price lidera actualmente el poderoso Comité de Presupuestos de la Cámara Baja y se ha convertido en un aliado cercano del liderazgo del Partido Republicano.

Así, el congresista, de 62 años, equilibra a la perfección su pronta afección por el presidente electo con una extraordinaria relación con los pesos pesados del partido en el Congreso, lo que ayudará al multimillonario a lidiar con los posibles desacuerdos que surjan en el seno del “establishment” republicano.

Prueba de ello es que como miembro del Caucus Republicano de Doctores de la Cámara de Representantes, Price ayudó a conformar el plan de atención médica que el presidente de esa cámara, el republicano Paul Ryan, elaboró como alternativa a la ley sanitaria de Obama, conocida como Obamacare.

La experiencia al frente del comité presupuestario también será clave para Trump, ya que para acabar con dicha reforma sanitaria, los republicano necesitan un complejo diseño presupuestario para crear una alternativa aceptable para la Oficina de Presupuesto del Congreso.

Los votos que figuran en su expediente a lo largo de estos años arrojan un poco más de luz sobre sus convicciones.

De este modo, por ejemplo, en 2011 votó a favor de prohibir la financiación de la radio nacional pública NPR, así como para cesar el Programa de Alivio Hipotecario de Emergencia, o derogar en lo posible diversas secciones de la reforma sanitaria.

Price también apoyó reducir el gasto discrecional no relacionado con la seguridad nacional, reducir el gasto federal, y votó en contra de una resolución que obligaba al presidente a retirar las fuerzas estadounidenses de Irak.

Entre sus posturas también destaca la oposición frontal al aborto o a la regulación de armas, y se opuso a una ley que pretendía prohibir la discriminación laboral por orientación sexual.

Sin experiencia ejecutiva, el legislador dirigirá un departamento, el de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés), que cuenta con un presupuesto de aproximadamente un billón de dólares, fundamentalmente destinados a financiar los programas de asistencia sanitaria conocidos como Medicare y Medicaid, que afectan a más de 100 millones de estadounidenses, ancianos o con bajos recursos.

Además, del HHS depende la Agencia de Medicamentos y Alimentación (FDA, en inglés) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), quienes ejecutan programas de salud pública que llegan a todos los estados e incluso trabajan en otros países del mundo.

En sus manos también estará uno de los motores de investigación biomédica a través de los Institutos Nacionales de Salud.

Oriundo de Michigan, Price se trasladó a Atlanta (Georgia) para hacer su residencia como cirujano ortopédico, periodo tras el cual decidió afincarse allí, donde se desempeñó como tal durante dos décadas. EFEUSA