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Un soldado de las fuerzas kurdas "peshmergas" monta guardia al norte de Irak hoy, lunes 8 de septiembre del 2014. La aviación estadounidense bombardeó hoy posiciones del radical Estado Islámico (EI) dentro de la ciudad de Mosul, por primera vez desde que Washington declarase la guerra al grupo presente en Irak y Siria.
Un soldado de las fuerzas kurdas “peshmergas” monta guardia al norte de Irak hoy, lunes 8 de septiembre del 2014. La aviación estadounidense bombardeó hoy posiciones del radical Estado Islámico (EI) dentro de la ciudad de Mosul, por primera vez desde que Washington declarase la guerra al grupo presente en Irak y Siria.
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Washington, 11 sep (EFEUSA).- El presidente Barack Obama rindió hoy homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 destacando el inminente fin de la guerra de Afganistán, pero con una nueva intervención militar a las puertas.

En un discurso frente al Pentágono, uno de los blancos de los atentados perpetrados hace 13 años por Al Qaeda con cuatro aviones de pasajeros, el presidente no pasó por alto que a las 3.000 personas que perdieron la vida en los ataques se agregan los más de 6.800 estadounidenses muertos en las guerras derivadas de aquella tragedia.

“Durante más de una década de guerra, la generación del 11 S ha respondido a la llamada de su país y dentro de tres meses nuestra misión de combate en Afganistán, que comenzó un mes después de los atentados, llegará a su fin”, destacó Obama.

Pese a haber insistido durante su mandato en que EE.UU. no puede verse permanentemente involucrado en guerras en Oriente Medio, el presidente se dirigió el miércoles por la noche por televisión al pueblo estadounidense en horario de máxima audiencia para explicar por qué debe ampliar de nuevo las intervenciones militares.

Tras haber debilitado a Al Qaeda y matado al cerebro de los ataques del 11 S, el terrorista saudí Osama bin Laden, Obama explicó que el radicalismo islámico de nuevo es una amenaza, esta vez por los avances de los yihadistas del Estado Islámico (EI) en la guerra civil siria y en Irak.

Obama aseguró en su intervención pr televisión que ha reunido los apoyos internacionales suficientes para liderar una “amplia coalición” que permita “destruir” al EI, un esfuerzo que, según dijo, llevará “tiempo” y que implica “riesgos” para las fuerzas militares implicadas.

Pero hoy pasó por alto esa nueva crisis, que podría arrastrar al país a un largo y complejo conflicto, y centró su discurso en la victoria del pueblo estadounidense sobre el odio y el miedo de la violencia terrorista 13 años después.

“Buscaban quebrar nuestro espíritu y hacer ver al mundo que su poder para destruir era mayor que nuestro poder para perseverar y construir, pero vosotros (los supervivientes y los familiares de las víctimas) demostrasteis que estaban equivocados”, aseguró el presidente frente a una gigantesca bandera estadounidense en la fachada del Pentágono.

“Trece años después de que mentes llenas de odio conspiraran para quebrarnos, Estados Unidos se mantiene erguido y orgulloso y se sigue guiando por los valores que nos sostienen”, dijo Obama.

“Las generaciones venideras -agregó- seguirán llenando parques, estadios y ciudades (…) Sin importar los desafíos EE.UU. seguirá siendo siempre EE.UU.”, aseveró el mandatario.

Washington recordó hoy con solemnidad y banderas a media asta unos atentados que sumieron a la ciudad en la conmoción y envolvieron en llamas y humo al Pentágono, el símbolo del poderío militar estadounidense, donde murieron 125 empleados y 59 pasajeros y tripulantes del vuelo 77 de American Airlines.

El presidente y la primera dama, Michelle Obama, iniciaron la jornada con un momento de silencio en los jardines de la Casa Blanca a las 08.46 de la mañana, momento en que comenzaron los ataques terroristas del 11 S con el primer avión que se estrelló contra las Torres Gemelas de Nueva York.

Obama afirmó que “Estados Unidos no se rinde al miedo” y celebró el espíritu de superación y la entereza de los supervivientes del 11 S como “la mejor muestra de rechazo al odio de aquellos que nos atacaron en una soleada mañana azul”.

En la misma ceremonia de homenaje del Pentágono, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, destacó que “vivimos en una época de muchos desafíos complicados, pero Estados Unidos siempre se han enfrentado a ellos y ha respondido como una nación unida por un propósito”.

En los últimos trece años el 11 de septiembre se ha convertido en un día de homenaje y espíritu patriótico, así como un momento para la reflexión sobre unos atentados que cambiaron el rumbo de la historia y motivaron la creación en EE.UU. de un entramado militar y de seguridad sin precedentes. EFEUSA