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Washington, 4 sep (EFEUSA).- El desempleo en Estados Unidos en agosto se redujo al 5,1 %, dos décimas menos que en julio, lo que da nuevos argumentos a la Reserva Federal (Fed) a favor de un aumento de los tipos de interés de referencia en su reunión de este mes.

Este descenso afectó también a los trabajadores hispanos, entre los cuales el desempleo en agosto se situó en un 6,6 %, dos décimas menos que el mes anterior y muy por debajo del 7,4 % en que se encontraba un año antes, según las cifras publicadas hoy por el Departamento de Trabajo.

En agosto, la economía estadounidense generó 173.000 nuevos empleos, una cifra bastante modesta, pero que se vio compensada al alza por una revisión del cálculo en los dos meses anteriores, que sumó 44.000 puestos de trabajo que no se habían computado y llevó al desempleo a su nivel más bajo desde abril de 2008.

En su revisión al alza, el Departamento de Trabajo situó en 245.000 los empleos creados en julio, que antes había calculado en 215.000, y en 245.000 los de junio, frente a los 231.000 que reportó inicialmente.

Con esto, en los últimos doce meses el desempleo en el país se ha reducido un punto porcentual, equivalente a un millón y medio de personas que han conseguido trabajo, pese a lo cual, sigue habiendo 8 millones de desempleados.

Tras divulgarse los datos, el presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Jason Furman, admitió que se crearon puestos de trabajo en agosto a un “ritmo más bajo”, pero subrayó que aún así el desempleo se situó en el mejor punto en siete años.

Con todo, agregó Furman, “hay más trabajo que hacer para garantizar que el impulso nacional en EEUU puede seguir compensando algunos de los vientos en contra de la economía global”.

La mayor parte del avance en el empleo correspondió a los sectores de cuidados de salud, asistencia social y actividades financieras, mientras que la industria y la minería perdieron puestos de trabajo, según los datos oficiales.

En otros sectores de importancia como la construcción, el comercio mayorista y al por menor, el transporte y la Administración pública, el nivel de desempleo permaneció prácticamente sin cambios, según las estadísticas del Gobierno.

En cuando a los principales grupos de población, si entre los hispanos el desempleo cayó dos décimas hasta el 6,6 %, entre los blancos bajó al 4,4 % de los blancos (también dos décimas menos) y entre los afroamericanos subió cuatro décimas hasta el 9,5 %.

Asimismo, entre los adolescentes que buscan trabajo, el desempleo se situó en un 16,9 %.

El número de desempleados con menos de cinco semanas en el mercado laboral buscando trabajo se redujo en 393.000 y se situó en 2,1 millones en agosto, mes en el que los desempleados de larga duración, es decir, los que llevan sin trabajo 27 semanas o más, se mantuvo sin cambios en 2,2 millones.

En el último año, la cifra de desempleados de larga duración ha caído en 779.000 personas.

En los últimos tres años, la economía estadounidense ha creado casi 8 millones de puestos de trabajo, un factor que ha sido fundamental para la superación de la crisis abierta en 2008, pero según las estadísticas oficiales, en agosto había aún otros 8 millones de personas desempleadas en el país.

El continuo descenso del desempleo y la fortaleza del mercado de trabajo serán datos que la Comisión de Mercado Abierto de la Reserva Federal tendrá en cuenta en su reunión del 16 y 17 de septiembre, en la que decidirá si subir ya los tipos de interés de referencia, que desde finales de 2008 se encuentran entre el 0 % y el 0,25 %.

La Fed tiene un doble mandato de seguir una política monetaria que establezca las condiciones propicias para la reducción del desempleo, pero igualmente mantener un control sobre la inflación.

Algunos analistas consideran que con el desempleo en estos niveles, es hora de que la Reserva Federal encarezca el precio del dinero, pero otros hacen referencia al mandato de la Fed respecto a la inflación, y la debilidad de ésta, para opinar lo contrario.

Estos analistas consideran que con una inflación interanual que en julio cerró en un 0,2 %, muy lejos de la meta del 2 % que la propia Fed considera “saludable” para la marcha de la economía, y con la turbulencia en los mercados provocada por la desaceleración de la economía china, un aumento de los intereses parece prematuro.

La Fed considera que la economía mantiene una actividad expansiva, que llevó en el segundo trimestre del año al producto interior bruto a crecer a un ritmo anual del 3,7 %, tras un anémico avance del 0,6 % en los tres primeros meses del año. EFEUSA