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La cadena de tiendas Walmart es conocida por ofrecer precios bastante accesibles al consumidor.
La cadena de tiendas Walmart es conocida por ofrecer precios bastante accesibles al consumidor.
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¿Acaso ha visto la etiqueta de aquella tasa favorita que tiene en su escritorio?

¿Y que me dice de la laptop que apenas se compró, obviamente en tiendas que proveen precios muy competitivos?

Lo más probable es que notará que fueron hechos en algún otro país, como China, India, Bangladesh, Tailandia, algún lugar de Sudamérica, etc.

Menciono esto simplemente para poner en perspectiva el mundo en el que hoy vivimos, donde impera un sistema relativamente reciente llamado economía global.

La parte bella de tal sistema económico, es que en este país podemos gozar de millones de productos a precios bastante accesibles. La parte fea -que siempre la hay- es que eso que es una conveniencia para nosotros representa un gran inconveniente para muchas otras personas, no solo connacionales, sino de otras partes del mundo.

Tal vez sepa que el bajo costo del producto que ahora ocupa algún lugar en su casa o su oficina fue posible gracias a obreros con salarios que a nosotros nos resultan surreales o hasta irrisorios, y eso sin hablar de las pésimas condiciones de trabajo en las que laboran.

Como ejemplo de lo anterior, la cadena de tiendas Walmart, la cual tiene ganancias que circundan los 14 billones de dls., se niega a tener sindicatos entre su fuerza de trabajo. De hecho, la primera de estas tiendas que tuvo un sindicato en Norteamérica surgió en Jonquiere, Quebec en el 2005; hace apenas 6 años. Sin embargo, la tienda cerró inmediatamente en Abril del mismo año.

Otra nota curiosa, es que la corporación da capacitación para que sus gerentes aprendan a cómo prevenir la formación de grupos sindicales.

Usted tal vez se pregunte el por qué de la renuencia de dicha empresa a que sus trabajadores tengan sindicatos. La respuesta es simple: los sindicatos se encargarían de vigilar la existencia de condiciones laborales justas para los trabajadores, lo que representaría gastos extras para la empresa.

En el 2007, un reporte sobre derechos humanos proveído por una organización internacional que promueve prácticas equitativas llamada Organizaciones No-Gubernamentales (NGO por sus siglas en inglés), llamó a Walmart “un caso de estudio sobre lo que está mal con la ley americana de trabajo”, dado a que sobresale en gran manera por su número de violaciones laborales per capita.

Cosas como obligar a su personal a trabajar horas extras sin pagárselas, prohibir hasta las idas al sanitario, intimidar a empleados para evitar que formen sindicatos, discriminar, etc., han sido causa de numerosas demandas por parte de empleados de Walmart en contra de esta.

Y eso es solo en Norteamérica.

En Bolivia, según el New Times de Miami, la paga regular está centavos arriba del mínimo Boliviano, lo que representa alrededor de 85 dls. mensuales, trabajando 12 horas al día, 6 días a la semana en temporadas altas; a lo cual, el mismo departamento de estado de EE.UU. argumentó: “este salario mínimo no provee de un nivel decente de vida para un trabajador y su familia.” Esto, aunado a que las prácticas ilegales llevadas a cabo por las tiendas en Norteamérica, se agudizan y varían más en un país tercermundista.

Compañías subcontratadas por esta larga cadena de tiendas en Sudamérica pueden llegar a pagar hasta $40 dls. al mes, esto sin proveer las condiciones necesarias para la protección de los empleados, los cuales laboran bajo un ambiente viciado de explotación y abusos variados por parte de supervisores y gerentes.

$40 dólares al mes- es como dar al trabajador una coca-cola y un chocolate Sneakers diarios a cambio de 14 horas de trabajo. ¿Y $85 dólares al mes? Pues solo duplique la ración “nutricional”.

Tomando en cuenta que el precio de estos productos no varía mucho de país a país, esto no es algo alejado que este de la realidad.

En resumidas cuentas, se puede decir, que todos estos obreros y trabajadores están literalmente partiéndose el lomo para que nosotros podamos gozar de gran variedad de productos a bajos costos.

Otras compañías trasnacionales como la prestigiosa tienda de artículos deportivos Nike, también han sido sometidas al escrutinio público dado a que sus productos se hacen en países donde las condiciones de trabajo y los abusos son la regla habitual.

En conclusión, el sistema de economía global, al contrario de haber ayudado a países del tercer mundo proveyéndoles con fuentes de trabajo justas y equitativas según lo proclaman, solo ha servido para que las grandes corporaciones enaltezcan sus ya de por sí extensos caudales a través de la explotación y la esclavitud de gente sin recursos alrededor del mundo.

El que dichas prácticas, las cuales debieron ser erradicadas el siglo pasado prevalezcan aun nos afecta a todos, no importa en que parte del planeta nos encontremos. Walmart es una prueba de ello.

Es muy conveniente para uno elegir buscar siempre los precios más bajos cuando de preservar la economía del hogar se trata; pero pensando un momento si al tratar de ahorrar, estamos o no patrocinando el trato injusto e inhumano de una empresa sobre nuestros semejantes, entonces la decisión se vuelve una cuestión moral.

El cómo un producto es manufacturado rara vez es presenciado por el consumidor regular. Todo el proceso, por inhumano que haya resultado, es separado de dicho producto cuando se le pone en exhibición como un santo de aparador; libre de todo pecado. El ignorar dicho proceso, hace que nos resulte fácil comprarlo; pero el conocer como fue producido y aun así comprarlo, ¿será que nos hace cómplices de esos abusos? Si viene o no al caso ese viejo refrán que dice: “tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”; se lo dejo a su criterio.

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rmsandoval@live.com

Nota redactada con información de www.organicconsumers.org, www.ngo-monitor.org, Washington Post y Miami New Times