Skip to content
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

El aumento en la cantidad de menores indocumentados cruzando la frontera entre Estados Unidos y México pone en manifiesto la crisis humanitaria que viven miles de nuestros hermanos centroamericanos.

Desde inicios de este año, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los EE.UU. han detenido a más de 52.000 niños. A la fecha, miles esperan indefinidamente mientras son procesados en centros de detención.

Para atajar la crisis de inmediato, el presidente Barack Obama presentó una propuesta que autorizaría el desembolso de aproximadamente 3.700 millones de dólares. De estos fondos, 1.800 millones serán utilizados para proveer el cuidado que necesitan estos menores luego de una travesía que muchos no sobreviven.

Además, la propuesta del presidente Obama proveerá 64 millones de dólares para ampliar el número de agentes fronterizos y mejorar la capacidad del sistema judicial para absorber el aumento en los procedimientos legales.

Un análisis de las estadísticas recopiladas por la Organización de las Naciones Unidas y el Departamento de Seguridad Nacional de los EE.UU. sugiere que el aumento en menores indocumentados tiene su origen en los altos niveles de violencia en Honduras, Guatemala y El Salvador.

Esta ola de menores indocumentados evidencia la urgencia con que el Congreso debe actuar para atender la razón primordial de esta crisis: la violencia en la región. Necesitamos acabar con las redes de traficantes que se aprovechan de los sueños y esperanzas de estas familias. Para ello, la propuesta del presidente Obama destina 300 millones de dólares para promover iniciativas que mejoran la seguridad y la gobernanza en estos países.

La propuesta también incluye 109 millones de dólares para duplicar el personal de seguridad de Honduras, Guatemala y El Salvador entrenados por el Departamento de Seguridad Nacional. El presidente Obama se reunió con sus homólogos centroamericanos para sentar una agenda que atienda los orígenes de esta crisis.

Ante este panorama, el liderato republicano se ha dedicado nuevamente a criticar las acciones del presidente Obama sin ofrecer alternativa alguna.

Es imposible desligar la crisis actual de la necesidad de una reforma integral del sistema migratorio de EE.UU. Hace más de un año, el Senado federal aprobó el proyecto S. 744 -el “Border Security, Economic Opportunity, and Immigration Modernization Act of 2013”- con una coalición sólida de demócratas y republicanos.

El S. 744 no solamente incluye disposiciones que aumentarán la presencia de agentes fronterizos, sino que también resolverán muchos de los escollos del sistema migratorio actual. Esta reforma es necesaria, no sólo porque permitirá reunificar padres e hijos de una forma legal y segura, sino que también permitirá que ese sector de la sociedad se incorpore a la economía formal.

Puerto Rico conoce bien los retos que supone la inmigración. Por décadas, hemos recibido a cientos de miles de inmigrantes de países hermanos como la República Dominicana, Haití y Cuba. Muchos han llegado a nuestras playas indocumentados, y -con tiempo y esfuerzo- han formalizado su situación migratoria para incorporarse a nuestra sociedad aportando ideas y trabajo que contribuyen al desarrollo de Puerto Rico.

Si bien es cierto que es importante fortalecer los procesos formales de emigración, también es necesario reconocer que a los gobiernos estatales nos corresponde hacer un mayor esfuerzo para integrar a estas familias a nuestra sociedad.

Por ejemplo, mi Administración prohibió cuestionarios relacionados al estado migratorio de pacientes en hospitales públicos para evitar que la población indocumentada busque asistencia médica clandestina. Además, este año Puerto Rico implementará un programa de licencias de conducir para personas indocumentadas. Estas licencias ayudarán a miles de personas a obtener una herramienta que facilitará su incorporación a la sociedad.

Este próximo 31 de julio, el Congreso recesará por más de un mes. Es totalmente inaceptable que la indiferencia del liderato republicano relegue a tantos menores a condiciones inhumanas. El Congreso debe hacer más -no menos- si es que realmente tiene la intención de remediar esta crisis humanitaria. Con su propuesta, el presidente Obama ha demostrado su determinación a resolver problemas complejos con soluciones pragmáticas.

Ahora le corresponde al liderato republicano del Congreso actuar.

EFEUSA