Mi pregunta no ha cambiado y la respuesta sigue evasiva.
¿Por qué la mafia mexicana no sigue o siguió el ejemplo de la mafia estadounidense? Si las dos son muy parecidas. Hombres recios que burlaron, una y otra vez la persecución de las autoridades. Galanes que enviaron gigantescos ramos de flores a toda mujer famosa que en público confesaba admiración por ellos. Llaves de oro macizo para abrir la regadera y dejar correr el agua en las enormes tinas de baño. Camisas de seda de estampados caprichosos y los encuentros clandestinos con periodistas, productores y actrices que hacían pública su admiración hacia ellos. Los capos de los años 20 recibían los halagos con una sonrisa y respondían con generosos regalos. A sus escondites llegaban desde funcionarios, policías y los obligados soplones que los prevenían de las constantes amenazas a su libertad.
Estos capos en medio de todas sus actividades clandestinas en las que figuraban la prostitución, tráfico de sustancias prohibidas y los continuos asesinatos de sus contrarios, se dieron el tiempo de construir una ciudad, participar en la planificación de sus caminos. Supervisar la construcción de rascacielos a donde se mudaban después y ocupaban todo el último piso.
Estos capos, mafiosos, delincuentes, asesinos, como los quieran llamar fueron los pioneros en la creación de una de las ciudades más pujantes en Estados Unidos. Una ciudad en la que habita casi un millón de habitantes. En la que hay universidades, centros comerciales, institutos de investigación y es el destino de cientos de miles de personas que cada año llegan en busca de esparcimiento. Esa ciudad se llama Las Vegas. Un desierto convertido en un manantial que da empleos y estabilidad a cientos de miles de personas.
¿Por qué la mafia mexicana no hizo o hace lo mismo? Tan cerquitas que está el desierto de Sonora, de los Mochis Sinaloa. Si han podido comprar a tanta autoridad, que tanto más es tantito para que también puedan comprar a las mismas autoridades pero ahora para un fin más noble. Crear una ciudad en algún desierto mexicano como Las Vegas, con sus casinos y sus serpientes y sus escaleras. Los Casinos con temas mexicanos. Puros nombres ancestrales: Casino Azteca, Casino Chichimeca, Casino Tolteca. Una ciudad que también ofreciera una forma honrada de ganarse la vida para esos jóvenes universitarios que ante la falta de empleos, ahora se les acercan para trabajar como sicarios. Una ciudad en la que las mujeres también puedan trabajar en esos lugres de recreo. Y así no se vean obligadas a cruzar droga a Estados Unidos para sacar a sus hijos adelante. Una ciudad en la que las personas mayores sean guías de turistas y en un futuro lejano cuenten a los visitantes como el Chapo Guzmán tuvo la visión de lavar sus billones en la construcción de universidades, carreteras y esa ciudad que es ejemplo de modernidad y bonanza. ¿A Dio? ¿A poco es mucho pedir?
