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Recomendaciones para Trump: ¿oye vale por qué no haces un reality show de telenovela?

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Más que de alegría, el sentimiento era de éxtasis, sonrieron ante las cámaras que los captó en ese momento tan significativo en sus vidas. No todos los días reciben una invitación de un billonario que los elige para ser integrantes de su exclusivo comité asesor en materia de inmigración y otros asuntos que competen a los mexicanos y centroamericanos residentes en Estados Unidos.

El primero en hablar fue el Pastor y fundador de la Iglesia bautista Cristo Rey en la Florida, Ramiro Peña, tal vez fue por cortesía, o porque lo nublaron los destellos dorados del recinto, pero no se atrevió recordarle a su anfitrión, Donald Trump, que sus acciones y palabras van en contra de las enseñanzas de Jesús, y que aún estaba a tiempo de rectificar su camino.

Tampoco lo llamó a dar marcha atrás a esa campaña de insultos y acusaciones al grupo más desprotegido del que él forma parte.

Se limitó a balbucear una oración y regresó a su lugar.

Muy sonriente y emocionado, se le vio también, sentado muy derechito a la diestra del candidato republicano, al empresario Mario Rodríguez, de California. Otros elegidos para ese tan importante Comité fueron la Representante de Colorado Clarice Navarro, y el también Representante Estatal de la Florida José Félix Diaz, Rick Figueroa de Texas, entre otros.

De acuerdo al reportero Adrián Carrasquillo de BuzzFeed, fueron en total 12 los que aceptaron con gran regocijo ser parte del grupo que guiará con sus opiniones las decisiones que tomará Trump en materia de inmigración y otras áreas.

Nadie tiene todos los detalles de lo que se dijo en la reunión, pero lo que sí sabemos es el resultado.

El candidato que logró el triunfo republicano gracias a sus mensajes contra los mexicanos y el gobierno de México anunció un día después de la reunión, a través de su jefa de campaña, que ya no va a deportar a los 11 millones, como lo había anunciado, sino que la va a pensar.

Carrasquillo asegura que durante la reunión del sábado, Trump aseguró estar interesado en encontrar una manera ¨eficiente y humana¨ para resolver el problema de los indocumentados.

¿Será que los integrantes de ese comité, incluyendo los Pastores que estuvieron presentes, se dieron a la tarea, ya a puerta cerrada, de convencerlo de que pidiera perdón a la población mexicana y se mostrara como su verdadero Salvador.

¿Pero cómo lo hago?

Me imagino que debe haber preguntado Trump. Para mí que los líderes le dijeron: ¨Mira los mexicanos están acostumbrados al drama, por eso ven tanta telenovela, ellos están acostumbrados a que se les mienta, se les abuse, se les humille. Todo lo que tienes que hacer es pedirles perdón, aunque no lo sientas, pero tienes que llorar, deja que las lágrimas te corran por las mejillas, te humedezcan el cuello de tu fina camisa. Mira directo a la cámara y diles que vas a defenderlos como un perro y te van a creer. (Así lo hizo un Presidente de México, José López Portillo y le resultó muy bien). Ante el llanto, el pueblo mexicano perdona. Tu toma la escuela de sus presidentes, ya ves que la escuela de Richard Nixon con eso de que vas a restablecer la ley y el orden, no te dio resultado. Mira cómo vas en las encuestas.¨

Así, me imagino que Donald Trump decidió abandonar su postura antimexicana y que en pocos días anunciará su nueva imagen, la del defensor de los mexicanos y de paso de los centroamericanos, porque su imagen va de picada también con ese grupo.

Por lo pronto ya canceló el discurso que tenía programado en materia de inmigración en Arizona y en Nevada.

La incógnita que me queda es que si a la hora de pedir perdón va a hacer pucheros o nada más va a dejar que las lágrimas rueden sobre su bien afeitado y muy bronceado rostro.

Muy pronto lo sabremos.

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