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Armar a todos los ciudadanos y permitir que sus pistolas estén a la vista para su supuesta protección y la de su familia, es una de las propuestas del candidato a la presidencia, por el partido republicano, Donald Trump, lo que le ha faltado agregar es que todos los ciudadanos, menos los negros, porque de acuerdo a las estadísticas, cada hombre de raza negra que la policía sospeche que tiene cerca una pistola, termina cadáver.

No importa si la pistola resulta de juguete y el que la porte sea un niño, o que el individuo le indique a la policía, ¨tengo un arma en la guantera, ¨ o que lo que tiene en sus manos sea un objeto que en nada se parece un arma, de cualquier manera terminan con varios impactos de bala en diferentes partes del cuerpo.

Si el agente, hombre o mujer policía, se imaginó, alucinó, escucha una voz que le dijo tiene un arma y él o ella declaran estas cuatro palabras: ¨temí por mi vida,¨ es lo único que necesitan decir para que resulten exonerados de cualquier culpa.

Salen libres, se les regresan sus salarios caídos, porque algunos son suspendidos mientras hay investigación o juicio, pero al final se les permite regresar a sus funciones, o se les recomienda para algún otro trabajo.

La Policía puede hacer y decir lo que quieran y por el hecho de decirlo, se considera una verdad absoluta, amparada por los Fiscales, que son sus conocidos, y las víctimas pasan a ser una estadística más de los miles que han perdido su vida en manos de los Uniformados.

Su palabra es la Ley, no importa si hay cámaras, teléfonos celulares, o radios de onda corta que captaron las conversaciones e imágenes que refutan lo que ellos aseguraron por escrito, al final salen inocentes de haber disparado en contra de individuos cuya único delito ha sido haber reaccionado lentos, o haber reaccionado muy rápido o no haber reaccionado en lo más mínimo; eso también es motivo de sospecha.

¨Algo iba a ser, no es normal que se haya quedado inmóvil.¨ Al final, la escena es la misma, llegan más policías, seguidas por ambulancias, bomberos, cámaras de televisión, reporteros, fotógrafos y al siguiente día.

Las declaraciones de Alcaldes, Gobernadores y también del Presidente.

Tenemos a un Presidente que pide explicaciones, una Procuradora General que promete investigar y una parte de la Sociedad que dice, ¨ya estuvo bueno.¨ y salen a marchar y entre ellos surgen los que optan por la violencia y la destrucción y la televisión ni tarda ni perezosa repite una y mil veces la misma imagen, porque la violencia da raitings, llega la Guardia Nacional imponen el orden y la violencia cesa, pero el problema continua.

¿Será que lo que hace falta es que la impartición de la Justicia incluya también a los agentes de policía que por muchas décadas ya, han recibido un trato preferencial y sus actos violentos quedan impunes?.