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SE LE TEME a la muerte porque no viene sola. Viene cercana al deterioro de funciones biológicas, a la pérdida de la intimidad, a lo imprevisible de los accidentes- Y al dolor.

EL DOLOR por sí solo o algunas enfermedades pueden ser señales de alarma pasajeras de algo que no está funcionando bien. Una vez que vamos al doctor y que tomamos medidas para corregir el malestar (dietas, ejercicios, cirugías, tratamientos-), renovamos nuestras expectativas de bienestar

PERO ¿qué pasa cuando la enfermedad o la condición médica es potencialmente mortal?… En este caso, es importante saber manejarla adecuadamente para conservar un mínimo de calidad de vida por el tiempo que sea, y, además, para facilitar a los seres queridos ofrecer los soportes necesarios.

ESTO pasa por varias coordenadas: a) tener garantizado un servicio médico, b) estar físicamente cerca de los hospitales y centros de atención, así como de algunas de las personas significativas, d) saber la verdad sobre la condición médica que se enfrenta, e) simplificar el estilo de vida a fin de que no se agreguen fuentes de estrés a la propia enfermedad, f) tener un plan de contingencia, y g) tener un espacio mínimo para convalecer.

LA CONDICION del inmigrante plantea todo un reto. Muchos inmigrantes, llegado el momento del retiro piensan en el regreso a su país de origen, sin embargo, muchas veces esto ocurre cuando gran parte de la familia ya está establecida en los Estados Unidos, y, además, se carece de un seguro médico apropiado al regresar.

EN OTRAS ocasiones el lugar donde radican no queda a una distancia apropiada a la residencia de sus familiares, o no se cuenta con un espacio mínimo donde pueda ser atendido.

HAY que tener en cuenta que muchas de las enfermedades serias son precedidas de una serie de discapacidades que pasan por: falta de control de fluidos corporales, alteración de las funciones vitales de alimentación y excreción, además de un desbalance psicológico.

LA PREPARACION para esta etapa, en primer lugar debería pasar por el cuidado preventivo de la salud. Posteriormente resolver los asuntos más prácticos: seguro médico, fondos económicos, organización de documentos- Finalmente, ponerse en la situación del enfermo. Esto habría que discutirse con los familiares más cercanos y establecer un compromiso moral.

NO ES FACIL. Pero la planificación de esta etapa, podría evitar muchas fuentes de estrés y dolor innecesarias.

SEGURAMENTE que esto es algo diferente a lo que hacía la generación anterior, pero es un hecho inevitable debido a los nuevos fenómenos demográficos de la inmigración y la dispersión de las comunidades.

EN TODO esto, seguramente que hay preguntas difíciles que quedan sin resolver: la prolongación de la vida cuando se cae en coma, el manejo del dolor, los cuidados paliativos- La nota optimista es que la medicina sigue avanzando inclusive para el manejo de estos problemas en la etapa final.