Muy sabedor, el presidente de la Comisión de Energía del Senado, el priista David Penchyna se lamentó la reforma energética deja a su bancada “un saldo de frustración”, al haber topado con “una izquierda que no tiene debate energético; lo que tiene son consignas de hace 80 años, y que le da prioridad en su discurso a atender a su clientela”. ¿A quiénes se refiere, a la Shell, a Chevron, a Mobil-?… No’mbre. Esos son los del tricolor. Lamentó esa actitud, “a pesar de que en el decreto se incluyeron propuestas del ex candidato presidencial perredista Cuauhtémoc Cárdenas”. Se limitaron a acercar a la sede del Senado “a golpeadores que nunca rebasaron las mil personas”, señaló-. Pero el que no se midió fue su jefe, el presidente Enrique Peña Nieto, que como en un guión de telenovela histórica, se soltó: “El gobierno de la República ha fijado posición: postuló una iniciativa que fue enriquecida precisamente con la participación de distintas fuerzas políticas y me parece que se ha logrado una importante y trascendental reforma que va a permitir que México tenga, no sólo en los años inmediatos sino en varios años más por delante, un gran progreso y un gran desarrollo”- Pa’su!!!… ahora si que superó todos los pronósticos reformadores, incluso la reforma a la retórica priista, que desde los tiempos de Luis Echeverría Alvarez no había avanzado- (aplausos, aplausos)- Quizá estaba muy inspirado tras haber inaugurado la exposición “Mayas: revelación de un tiempo sin fin”. (Con datos de El Universal de Juan Arvizu Arrioja).
