En las películas de Hollywood, las parejas se encontraban en el bar, se tomaban unas copas, se iban a la cama- Y luego de tener sexo, todo culminaba fumándose un cigarro.
Por muchos años esas imágenes asociaron un placer muy sano y necesario con un par de adicciones. El mensaje era que para disfrutar del sexo habría que estar un poco tomado, y que para tener un momento de relajamiento habría que fumar un cigarro.
Se supo desde hace décadas que el cigarro producía cáncer, así como el exceso de alcohol producía cirrosis del hígado, pero no fue hasta que las estadísticas mostraron los grandes panteones que estaban produciendo las tabacaleras que se hizo algo para prevenirlo.
En el 50 aniversario de la fecha en que se hizo el primer reporte del tabaquismo en los Estados Unidos, aún 42 millones de norteamericanos siguen fumando, a pesar de que se sabe del daño que produce el cigarro.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos ha dado a conocer el reporte denominado “The Health Consequences of Smoking – 50 Years of Progress.”
Los datos son abrumadores:
El tabaquismo ha matado a 10 veces el número de norteamericanos que han muerto en todas las guerras.
Este año, medio millón morirán prematuramente debido a esta causa.
Más de 20 millones han muerto en 50 años, desde el primer reporte, 2.5 de ellos no eran fumadores, pero inhalaban el humo de los adictos.
Por supuesto que ha habido progreso.
Del 43 por ciento de fumadores en 1965, ahora es solo el 18 por ciento. Ahora hay más ex fumadores que fumadores.
Hoy, aunque se ha avanzado en el entendimiento de las adicciones, aún es preocupante la forma tan simplista en que se toma el uso de sustancias para producir estados mentales de euforia o relajamiento, sean estas: bebidas “energéticas”, marihuana, alcohol, “painkillers”-
Poco se debate sobre las condiciones que crean la “necesidad” o las ganas de usarlas.
