La razón fue monetaria, dicen.
La Cadena CNN esperaba ganar más, antes del cierre del changarro este mes de febrero del CNN Latino.
O, más elegantemente, tenían “expectativas de negocio” más amplias, según se reporta.
La cuestión es que un año después de su lanzamiento, el canal no se ha consolidado entre los favoritos de la audiencia, a pesar de los “grandes esfuerzos” del personal de la cadena, señala un comunicado.
Teóricamente “el canal estaba ofreciendo programación de actualidad en español hecha para el mercado hispano de Estados Unidos, en directa competencia con otras cadenas ya consolidadas como Univisión o Telemundo”.
La verdad es que uno se hace muchas interrogantes: ¿al ponerse el nombre de “CNN Latino” qué querían decir?
Para quien no lo entienda: la comunidad latina es tan diversa como cualquier otra comunidad.
Esta diversidad no solo se refiere a diferentes orígenes nacionales, sino a diferentes niveles de ingresos, de educación, además de matices regionales de un propio origen nacional.
Hasta ahora, los canales en español han seguido la línea de dar “más de lo mismo” siguiendo las fórmulas y raitings ya probados.
Quizá el único caso un poco diferente era el Canal 22 de Los Angeles, cuando inició un show con pocos recursos y mucha creatividad con el Supercheff, la calaca y José Ronstadt.
Probablemente en el caso CNN Latino hubo más factores.
Pero, lo cierto es que los “modelos de negocios” suelen empezar desde abajo.
Conozco a una vendedora de dulces de la Plaza México de Lynnwood que fue agregando mercancía en la medida en que la gente lo fue pidiendo: dulces, piñatas, renta de sillas, brincolines-
Me parece que en el Sur de California todavía hay espacio para algún canal que quiera ser el cronista de la vida diaria, más allá de la nota roja y el “periodismo de celebridades”.
Pero esto se tiene que hacer invirtiendo en buen talento.
No por tratarse de algo “popular”, esto significa hacer algo “barato” y al aventón.
