El fin de semana fue el momento del “Chapo” Guzmán.
Don Francisco canceló el sorteo del auto de “Sábado Gigante” para dar cabida a un especial de María Elena Salinas sobre la captura del “Osama Bin Laden” mexicano.
Una reportera que estuvo cerca de los hechos aseguraba con vehemencia que había entrado a su último escondite de esta celebridad del “crimen organizado”.
El programa “This Week” comparaba al narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán Loera como el CEO de la mafia mundial.
En las horas posteriores, como en una competencia mediática, las preguntas enfatizaban la magnitud de la captura:
-¿Lo extraditará a Estados Unidos o lo juzgarán en México?
-¿La captura tuvo que ver con la visita de Obama?
-¿Cambia en algo el funcionamiento del narcotráfico con los asociados del narcotraficante?
Reportando desde Mazatlán, Univision mostraba que el lugar donde fue capturado El Chapo se había convertido incluso en una atracción casi turística, donde los visitantes se tomaban fotos con sus iPhones.
Pero con la legalización de la Marihuana en Colorado y otros estados, sabiendo que este es parte del catálogo de productos de Chapo Inc. habría que preguntarse si la principal acusación al narcotraficante es más una cuestión de aranceles y tarifas.
Y como se ha hecho de tanta publicidad, un comentarista de “This Week” se animó a decir que esa narcoempresa simplemente cambiaría de gerencia.
“Es como si a McDonalds le quitaran a su gerente general- la empresa seguiría funcionando”, dijo.