MANDAN a sus ayudantes a peinar la ciudad con cartoncitos que dicen más o menos: “Juan de las Pitas, probada experiencia en la administración- Busca atraer trabajos de calidad al puerto-“
CON ligeras variantes, los candidatos alcaldes dicen que les preocupa traer o conservar empleos en la ciudad, promover la creación de empresas, encargarse de la seguridad- bla bla bla.
UNOS son viejos huesos de la administración pública, otros, personas que han sido exitosas en otros aspectos de la vida económica y social de las ciudades.
PERO lo que casi siempre ocurre es que no explican cuál es su modelo de ciudad que quieren promover, y cuáles son los alcances del poder que tienen.
EN LA WEB de “National League of Cities” ( www.nlc.org) se dice que las funciones del alcalde son: “Ser miembro del consejo de la ciudad; votar en las reuniones del consejo; la asignación de los miembros del Consejo para presidir o participar en comités; el nombramiento de los ciudadanos para servir en las juntas o comisiones de asesoramiento; preparar el presupuesto anual; recibir el presupuesto anual elaborado por el jefe oficial administrativo o administrador de la ciudad, y realizar un informe anual al consejo”.
DE ACUERDO al mismo sitio, un alcalde “fuerte” tiene las siguientes características: “El alcalde es el jefe ejecutivo, la centralización del poder ejecutivo. El alcalde dirige la estructura administrativa, el nombramiento y cese de los jefes de departamento. Si bien el Consejo tiene el poder legislativo, el alcalde tiene el poder de veto. El consejo no supervisa las operaciones diarias”.
YA CON todo esto, nos damos cuenta que muchas de las promesas que suelen hacer los candidatos son excesivas: la llegada o salida de negocio en realidad depende de factores económicos y legales que rebasan su poder.
ME PARECE que la función de un alcalde es más como un motivador y facilitador de la implementación de leyes y recursos que son controlados por el manager y el concilio. Bajo esta idea, lo primero que debería tener el alcalde es una idea clara del tipo de relaciones que determinan que una ciudad sea exitosa.
SI, es cierto: lo primero que hace viable a una ciudad es su economía. Pero esto es un rico tejido de relaciones que no solo son determinadas por las empresas.
EN UN comentario reciente de la economista Heather Stephens de la Universidad de California en Long Beach (Press-Telegram, Marzo, 22, 2014) expuso: “Tenemos que diversificar nuestra economía y pensar en que está bien que las manufacturas NO sean la actividad No. 1 en la lista”. Stephens hizo un llamado a reflexionar sobre la posibilidad de que una vez terminado el proyecto de construcción del avión de cargo C-17, es probable que esa industria no se amplíe. Con esto, planteó la posibilidad de que otras actividades económicas, como el turismo, los servicios médicos y otros servicios sean importantes.
ES AQUÍ, donde se requiere de funcionarios públicos electos capaces de entender las nuevas vocaciones de una ciudad. El arte, los recursos naturales, la cultura- Y muchos otros temas se convierten en parte de la ecuación de economía y gobernabilidad de una ciudad.
Desafortunadamente, los candidatos suelen no tener una comprensión abarcativa de estos temas.
