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Miami, 9 ago (EFEUSA).- Los grupos ambientalistas y residentes de los Cayos de Florida contrarios al uso de mosquitos transgénicos para combatir las enfermedades que transmiten los “naturales” criticaron hoy que las autoridades sanitarias federales le hayan dado su bendición a un experimento para probar su eficacia.

El avance en este plan ocurre en medio de la presión para frenar la expansión del primer foco de zika autóctono registrado en el país, que ha dejado hasta ahora 16 casos en Miami, más otro caso pendiente de confirmación en Palm Beach, más al norte de Florida.

El grupo nacional Food & Water Watch tachó hoy como “débil” el procedimiento utilizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para determinar los riesgos del mosquito alterado genéticamente y aprobar el experimento en Key Haven.

Esa agencia federal anunció el viernes pasado que el mosquito de la compañía Oxitec para combatir al “Aedes aegypti”, transmisor de los virus del zika, dengue y chikunguña, entre otros, “no tendrá un impacto significativo en el medioambiente”.

Para Patty Lovera, directiva del grupo ambiental, la FDA desconoció las recomendaciones de la gente y de la comunidad científica consignadas “en el borrador de la evaluación”.

“Ellos utilizaron el proceso más débil para revisar los riesgos potenciales que lo que deberían haber usado”, aseguró a Efe Lovera, quien recordó que su grupo había pedido hacer una “evaluación más completa del impacto ambiental”.

El combate del “Aedes aegypti” ha movilizado a autoridades y políticos nacionales a Florida, entre ellas a la candidata demócrata Hillary Clinton, que hoy visitará la zona afectada y ha hecho un nuevo llamado al Congreso para reanudar sus sesiones y aprobar recursos para controlar el virus del zika.

Sin embargo, el insecto alterado “no es la solución del zika” para Mila de Mier, quien vive en los Cayos de Florida y desde 2012 lidera una campaña en contra del producto de Oxitec.

El que sería el primer insecto transgénico liberado en el país está diseñado, según la compañía, para que al aparearse con hembras “salvajes” produzca crías que heredan un gen letal que les impide llegar a adultos.

Pero De Mier asevera que dicho mosquito “no ha acabado con el zika en Brasil en todos los años que lo han utilizado allí” y lamentó su aprobación en Estados Unidos.

Oxitec, una subsidiaria de compañía estadounidense Intrexon, asevera que “sus experimentos” en Brasil, Panamá y las Islas Caimán han reducido en un 90 % la población del “Aedes aegypti”.

“Estoy decepcionada del paso irresponsable que ha dado la FDA”, manifestó a Efe De Mier, que junto con los ambientalistas teme efectos indeseados del mosquito una vez que sea liberado al medio ambiente.

De Mier recalcó que con un producto defectuoso lanzado al mercado se puede hacer una recogida, pero no con un mosquito.

La activista recordó que los habitantes de los Cayos de Florida se pronunciarán en noviembre próximo en un plebiscito sobre la conveniencia de realizar el experimento.

El plebiscito, no vinculante y promovido por los contrarios a los mosquitos transgénicos, se realizará en coincidencia con las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.

En principio la consulta iba a ser solo en Key Haven y en agosto, pero finalmente podrán participar los electores de todo el archipiélago del sur de Florida.

Aunque el plebiscito no será vinculante, la mayoría de los comisionados del Distrito de Control de Mosquitos de los Cayos de Florida (FKMCD) han dicho que respetará la decisión de la comunidad.

Lovera dijo que ahora dependerá de la ciudadanía “hacerle cumplir el compromiso” de respetar el voto a las autoridades locales.

De Mier, quien vive en esa cadena de islotes, en el condado Monroe, ha reunido cerca de 169.000 firmas en contra del mosquito, las cuales hizo llegar a las autoridades federales y a las estatales de Florida.

La activista dijo que la forma de controlar el mosquito es a partir de la educación de la comunidad sobre el manejo de aguas estancadas, entre otras medidas, no “salir alarmar a la gente con el zika”.

Carlos Espinal, director del Consorcio de Salud Global, de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), explicó a Efe recientemente que la comunidad tiene un “papel determinante” en el control del virus del zika.

El experto en salud pública señaló que las enfermedades hoy en día viajan con las personas y que por eso la concienciación sobre su prevención es crucial para detener su expansión, especialmente en el caso del zika, que se transmite también por relaciones sexuales.

Hasta el momento, al menos 1.818 personas tienen el virus en Estados Unidos continental, casos todos ellos relacionados con viajes a zonas de riesgo, según los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de EE.UU., a los que se suman al menos 16 autóctonos en el sur de Florida. EFEUSA

ims/ar