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  • Vista aérea tomado desde el cerro del Corcovado en Río...

    Vista aérea tomado desde el cerro del Corcovado en Río de Janeiro, Brasil, una de las doce sedes del Mundial de fútbol de 2014.

  • Imagen de la Catedral Metropolitana de Sao Paulo.

    Imagen de la Catedral Metropolitana de Sao Paulo.

  • Imagen del puente Juscelino Kubitschek de Brasilia.

    Imagen del puente Juscelino Kubitschek de Brasilia.

  • Monumento Iracema Guardia en la playa de Iracema en Fortaleza.

    Monumento Iracema Guardia en la playa de Iracema en Fortaleza.

  • Espectacular ambiente en la playa Boa Viagem, de Recife.

    Espectacular ambiente en la playa Boa Viagem, de Recife.

  • Un grupo de turistas visita el Pelourinho, el histórico barrio...

    Un grupo de turistas visita el Pelourinho, el histórico barrio de Salvador de Bahía.

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Centenares de kilómetros de playas, grandes reservas naturales, metrópolis de vanguardia, una música que atrapa, una cuidada gastronomía y el cariño y la vitalidad de sus gentes, son algunos de los atractivos que ofrece Brasil para recibir la Copa del Mundo, del 12 de junio al 13 de julio.

Un mes para disfrutar del mejor fútbol con la posibilidad de visitar y disfrutar de doce espectaculares ciudades, empezando por la gran metrópoli de Sao Paulo, sede del partido inaugural entre Brasil y Croacia.

Con más de veinte millones de habitantes en su área metropolitana, la capital paulista es la tercera urbe más poblada de América y la primera de Latinoamérica, además de estar considerada como corazón financiero del país.

Una oportunidad única para visitar alguno de sus numerosos parques, especialmente el de Ibirapuera, el gran pulmón verde de la ciudad, además de sus grandes avenidas, principalmente la Oscar Freire, una de las ocho calles más lujosas del mundo, y la emblemática Paulista.

RÍO Y BELO HORIZONTE.

Si de emblemas se trata, la referencia obligada es Río de Janeiro y su estelar estadio de Maracaná, escenario de la gran final del 13 de julio, donde los cerca de 200 millones de brasileños confían que su selección levante su sexto título mundial.

Río de Janeiro, la segunda más poblada de las doce sedes, es un espectáculo turístico de referencia mundial, la ciudad más visitada de Brasil gracias a sus imponentes joyas naturales y arquitectónicas, como las playas de Copacabana e Ipanema, el Pao de Azúcar o el Cristo Corcovado, cuatro puntos esenciales, aunque la urbe ofrece miles de posibilidades para hacer inolvidable la estancia de cualquier persona.

De sentirse bien pueden opinar los habitantes de Belo Horizonte, la bella capital del estado de Minas Gerais, considerada una de las ciudades con mejor calidad de vida en América Latina.

Conocida como “Beagá”, por el sonido en portugués de sus iniciales B y H, su área metropolitana es la tercera más grande del país, después de Sao Paulo y Río de Janeiro.

El lago artificial de Pampulha y la Plaza de la Libertad son dos de sus referentes, además de su excelente gastronomía y su ajetreada vida nocturna.

Al norte de Belo Horizonte y Río de Janeiro se sitúa Brasilia, la capital del país con apenas medio siglo de existencia y que guarda el sello del arquitecto Oscar Niemayer en su vanguardista diseño.

A pesar de su juventud, la capital brasileña no ha escapado a la fiebre por el fútbol que se vive en el país y, por tanto, designada sede del Mundial. Los que visiten este ciudad, la única construida en el siglo XX que ha sido declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, tendrán la oportunidad de conocer algunos de sus “tesoros” arquitectónicos de vanguardia como la Catedral Metropolitana, el “Candangos”, una escultura de bronce de ocho metros que simboliza la ciudad, y la Plaza de los Tres Poderes.

EL NORDESTE.

El nordeste del país no se quedará sin fútbol durante el Mundial. Las sedes de Fortaleza, Recife, Salvador y Natal tendrán la oportunidad de demostrar la razón por la que sus playas están consideradas de las mejores del mundo, gracias a su clima tropical.

Pero cada una de ellas ofrece más que sol y arena. De Salvador de Bahía se puede destacar su colorido Pelourinho, el barrio colonial conocido por sus bellas iglesias barrocas que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985.

De Recife, conocida como la “Venecia brasileña”, obligada es la visita a su catedral de Sao Pedro dos Clérigos y a la cercana ciudad de Olinda, a escasos diez kilómetros, Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad desde 1982.

En Natal, denominada “La Ciudad del Sol”, la Fortaleza de los Reyes Magos es el lugar que ningún turista deja sin visitar; mientras que en Fortaleza, la ciudad más norte de las doce sedes, la avenida Beira Mar es el mejor lugar para conocer el ambiente festivo de esta gran urbe.

EL INTERIOR Y EL SUR DE BRASIL.

El interior de Brasil también estará representado en el Mundial de fútbol. Manaos, capital del estado de Amazonas, y Cuiabá, cerca de la frontera de Bolivia y Paraguay, son dos buenas muestras de la exuberante naturaleza del país.

En Manaos es obligada la visita a la confluencia de los ríos Negro y Amazonas, que forman un curioso fenómeno conocido como el “encuentro de las aguas”, además de su imponente Teatro Amazonas, una lujosa y rica construcción de estilo neoclásico italiano, construido a finales del siglo XIX.

De Cuiabá siempre se destaca su situación geográfica, en el centro exacto de Sudamérica, a dos mil kilómetros equidistantes de los océanos Atlántico y Pacífico, y el Pantanal, el gran humedal que alberga la mayor diversidad de fauna del planeta, razones por las que es considerada la “Ciudad Verde”.

Curitiba y Porto Alegre, las dos sedes más meridionales del Mundial, son consideradas como las ciudades más “europeas” del país, por acoger una gran colonia de ciudadanos alemanes e italianos, principalmente, que curiosamente contarán durante el torneo futbolístico con las temperaturas más frías, ya que será invierno.

Capital del estado de Paraná, Curitiba ha sido elegida en repetidas ocasiones como la mejor ciudad de Brasil para hacer negocios, a lo que se añade su impresionante Jardín Botánico, uno de sus mayores reclamos turísticos.

Por su parte, Porto Alegre, capital del estado de Río Grande do Sul y próxima a las fronteras con Argentina y Uruguay, es famosa por registrar uno de los índices de desarrollo más altos del país y, entre sus principales atractivos, está el río Guaíba, que baña la ciudad y le sirve de puerto natural.

Doce muestras de que Brasil, además de por el fútbol, es un país capaz de enamorar a quien lo visite.

EFE REPORTAJES.