México, 2 feb (EFEUSA).- El eclecticismo de los edificios se aprecia entre bocado y bocado y en mitad de un mar de anécdotas se degusta el café, la historia, los personajes y, sobre todo, los sabores de la colonia Roma.
El nuevo recorrido turístico promovido por el Gobierno de la Ciudad de México busca que el turista “se pueda sentir como un local y pueda recorrer con toda confianza la colonia y sepa dónde puede comer”, resaltó el director general de la firma Sabores México Food Tours.
El recorrido de cinco horas de duración comienza en “Tres galeones”, local dedicado a los productos de la costa mexicana, donde los visitantes pueden empezar abriendo el apetito con un caldo de camarón y un taco de pescado y cerdo.
En la siguiente parada, “Galia Gourmet”, se aprovecha para resaltar el impacto que la gastronomía francesa ha tenido en la dieta de los mexicanos, de la mano de un vino importado del sur de Francia y una porción de paté.
El guía visibiliza por las calles las cicatrices que guarda la colonia del terremoto que sufrió la ciudad en 1985: “Las familias fundadoras se marcharon porque fue una de las zonas más afectadas y tenían el temor de que volviera a suceder”.
Con ello comenzaron los “años oscuros de la Roma”, hasta que poco a poco la colonia comenzó a convertirse en una zona de tendencia, con la apertura de recintos como galerías, museos y bares.
Su historia la han hecho sus gentes, por lo que los personajes más emblemáticos de la colonia se filtran en el paseo.
Pola, la dueña del pequeño establecimiento “Café de Raíz”, demuestra cómo el corazón de Roma sigue estando en sus vecinos.
Lo importante, subraya Pola tras servir una degustación de tamales a los visitantes, siempre es “el trato” con la gente, algo que se intuye antes de entrar por la puerta, donde un cartel indica que si los cafés se piden “por favor”, son más económicos.
La siguiente visita es “La Graciela”, una cervecería en la que cuentan con un taller donde realizan productos artesanales.
Allí Ernesto, sumiller y encargado de local, introduce los diferentes tipos de fermentación, aromas y balances de cuatro cervezas a medida que van pasando por los paladares de los participantes.
El tour continúa en “La tlayudería de la Roma” y en “Escollo”; ambos locales que hacen honor a la gastronomía mexicana, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2010.
Mientras que en el primero se sirven tlayudas (grandes tortillas de maíz elaboradas a mano) con tasajo (carne salada) que trasladan al visitante a Oaxaca, de donde es originario don Carlos, el fundador del restaurante, el segundo ofrece tacos “placeros” de chicharrón acompañados por un ardiente mezcal.
Pasado todo este tiempo, ya ha quedado atrás el enjambre de estilos arquitectónicos que conforman la colonia, en la que se encuentran la elegancia de los capiteles griegos hasta las sinuosas líneas del “art nouveau”.
Ejemplo de esta mezcolanza son la Casa Lamm, el Centro gallego de México, el edificio Balmori y la Casa Prunes, que atestiguan el siglo de vida de la Roma.
Como cierre, aguarda una cata de cafés en “Espressarte”, donde la barista Abril explica con pasión que este “adictivo” mundo no tiene nada que envidiarle a otros más conocidos, como el de los vinos.
Entre cafés, granos de cacao y almendras, que se combinan para experimentar diferentes sensaciones, se forja el “hasta luego” del recorrido. EFEUSA