Skip to content

Museos en el Sur de California: Norton Simon, muestra del arte mundial, de Rembrandt a Rivera

  • La pintura de Diego Rivera, "vendedora de Flores" es apreciada...

    La pintura de Diego Rivera, "vendedora de Flores" es apreciada por un joven en el Museo Norton Simon de Pasadena.

  • El autoretrato de Rembrandt es otra de las pinturas que...

    El autoretrato de Rembrandt es otra de las pinturas que se muestran en el Museo Norton Simon de Pasadena.

of

Expand
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

El adolescente de piel bronceada contemplaba “La Mujer de las Flores” del pintor mexicano Diego Rivera.

Esa mujer morena que abrazaba una gran cantidad de alcatraces blancos podría ser su madre, o su abuela.

“Sí. Esta es la primera vez que vengo al museo”, dijo Carlos, el muchacho que había llegado desde Riverside en un programa de la escuela de verano.

Al igual que sus compañeros que llevaban unas playeras que decían “Comprometidos con la educación y la excelencia” se mostraban maravillados de ver en un solo lugar la historia del arte mundial en unas cuantas salas.

Pinturas de Goya, Picasso, Rembrandt, Rubens, Manet, Van Gogh, Degas- Se juntaban con las esculturas de Calder, Moore, Degas y otros maestros del arte mundial.

Cuatro de los museos más importantes del Sur de California, J. Paul Getty, LACMA, Molaa y el Norton Simon ofrecen colecciones donde se encuentran obras únicas en el mundo, tanto para el público en general, como para los latinos.

Los “field trips” de los programas de las escuelas de verano son una opción para visitarlos, pero usted no tiene que depender de estos. La mayoría cuestan menos que una entrada al cine, y en casos como el Getty, son gratis.

Historia de cajetillas de cerillos

Muchos inmigrantes mexicanos en California conocimos los nombres de los grandes maestros a través de las cajetillas de cerillos “Clásicos de Lujo”.

Mi hermana Martha llenó el álbum de esas estampitas que venían en las cajetillas de cartón.

En una ocasión, cuando era niño, me encontré a Rembrandt en un charco, enlodado y húmedo. Se lo llevé a mi hermana. Lo puso a secar antes de pegar el “autorretrato”.

La verdad, nunca pensé llegar a estar frente a la pintura original, que pensaba podría estar guardada en un museo europeo.

Por eso, cuando lo vi en la sala de “Los Grandes Maestros del Siglo XVII y XVIII” me quedé en estado reflexivo, antes de pedirle a la empleada del museo que me tomara una foto.

Los filántropos millonarios

Norton Simon fue un millonario nacido en Portland, Oregón, radicado en Fullerton, que hizo buena parte de su fortuna con marcas como los alimentos Hunt, McCall’s, Canada Dry, Max Factor y Avis Car Rental. Todo esto, luego de iniciarse en el negocio del acero y de invertir en compañías subvaluadas después de La Gran Depresión del Siglo XX.

Su gusto por coleccionar obras de arte lo desarrolló en la segunda mitad del Siglo XX, y, al igual que J. Paul Getty, terminó dejándolo a un museo que llevaría su nombre, y cuya base fue el Museo de Arte Moderno de Pasadena.

¿Por qué visitarlo?

Contrario a lo que unos suele esperar de los grandes museos del mundo, en el Norton uno de los pasatiempos de los visitantes es tomar fotos con los teléfonos inteligentes (sin flash).

Si usted tiene su cuenta de Instagram, visite el “hashtag” #nortonsimon museum para que se dé una idea.

Pero lo que es importante saber es que esa actividad fotográfica que ahora juzgamos tan común, se originó en el “arte de ver” que representan las obras del museo.

En la primera sala se encuentra una exhibición de lo que fue la fotografía basada en negativos y papel, de hace apenas dos o tres décadas, e incluso del Siglo XXI.

Unas bolsas de papel como motivo fotográfico en una vitrina, de Jerry McMillan (1966) o collages de pájaros de James Audubon, ahora no le parecerían extraordinarios, pero esas imágenes son la base de las galerías del Instagram actual.

Sin embargo, la parte fuerte es donde se localizan las grandes joyas del arte mundial que ilustran lo mismo libros religiosos que enciclopedias del arte.

Mientras observaba las pinturas de “La liberación de San Pedro” (1618) y detalles de “Las bodas de Canan”, María Campos conversaba con su hija sobre los lugares donde había visto obras semejantes.

En una época en que no había cámaras fotográficas o de video, lo que representan las pinturas es la única forma de visualizar mercados, campesinos, fiestas, juegos-

En una imagen de Aert van der Neer (1650) se ve a unos campesinos jugando “kolf” sobre hielo, algo que fue el antecedente del golf actual.

Y mucho antes de que aparecieran las “selfies”, ya se pueden observar los autorretratos de Rembrandt (1636), y los retratos que hacía a los personajes de aquellas épocas.

Para los católicos, observar las gigantescas pinturas de Rubens como la de San Ignacio de Loyola (1620), o la obra del español Goya “La penitencia de San Jerónimo” (1798), tiene un doble valor contemplativo.

Un día es insuficiente

Las colecciones del Museo Norton incluyen el arte asiático, Siglos 14-16, 17-18, 19, y lo que es el arte moderno y contemporáneo. También tiene gran atractivo su jardín escultórico, que parece haber salido de un cuadro impresionista, con nenúfares en un estanque y bordeado de esculturas de Henri Moore, basadas en el arte prehispánico mesoamericano.

Apreciar toda esta obra requiere de varias visitas, pero vale la pena.

“Nosotras venimos de la ciudad de México, y nos parece que esto es importante como parte de la educación”, dijo la señora Rosa Hernández, mientras recorría la sala de cuadros impresionistas, una de las más populares.

Las pinturas y esculturas de bailarinas son algunas de las más reproducidas en posters y cuadros que suelen adornar salas familiares.

“El Ropavejero”, “La planchadora”, los bodegones, los jardines- Son obras que muchos han visto alguna vez, pero estar frente a la obra original es una experiencia única que acaso motive una visita con los familiares que llegan de visita.

“Para nosotras, la visita a un museo siempre ha sido una costumbre familiar, no sé por qué no debería ser lo mismo aquí”, dijo Hernández.

Pero, lo cierto es que en una encuesta al azar entre muchas personas, aún para quienes les es familiar “La vendedora de flores”, de Rivera, la visita al Norton de Pasadena podría ser la primera vez.

Membresías con sentido

Ubicado entre Orange Grove y Colorado Boulevard, el museo con su jardín escultórico y cafetería, es un lugar autosuficiente para pasarla bien un día.

Con sicomoros mexicanos y esculturas famosas como “El Pensador” de Rondín y un jardín que recuerda las pinturas de Monet, una visita es la mejor terapia contra el estrés del tráfico.

Quizá por eso, la membresía anual de $75 es muy accesible a cambio de visitas ilimitadas para dos personas y descuentos en la tienda y cafetería.